El premio mundial de la libertad de prensa de la Unesco fue otorgado a la Asociación de Periodistas de Bielorrusia (AJB) por haber salvado numerosos medios independientes locales de la represión del presidente Alexander Lukashenko.
El autoritario dirigente bielorruso reprime violentamente a medios y sociedad civil tras su discutida reelección en 2020. La votación, amañada según Occidente, condujo a la detención de más de mil
opositores.
Fundada en 1995 como respuesta a la llegada al poder de Lukashenko un año antes y con mil 300 miembros, la AJB luchaba por preservar la libertad de prensa en este país, pero se vio forzada a dejar sus actividades por esta ola de represión.
“Es muy inesperado”, celebró Andrei Bastunets, presidente de la AJB, tras la adjudicación del premio, otorgado por primera vez en 25 años a un colectivo.
“Esta recompensa es para todos los periodistas independientes bielorrusos que han continuado trabajando estos dos últimos años a pesar de todas las presiones, las prohibiciones para publicar y los arrestos”, dijo Bastunets, que huyó de Bielorrusia el año pasado y se encuentra en un lugar secreto.
Según las informaciones de AJB, más de 24 periodistas se encuentran actualmente en la cárcel en ese país.
“Casi todos los medios independientes de Bielorrusia han sido prohibidos por su carácter ‘extremista’, bloqueados en el país y únicamente accesibles con una VPN. Muchos han dejado Bielorrusia, pero otros continúan trabajando, escribiendo para medios ahora fuera del país”, indicó Bastunets.
“El hecho de que algunos se hayan quedado demuestra su valentía”, añadió.
“Todo dirigente autoritario tiene por objetivo de controlar la información. Ha habido una presión constante desde el momento en que él (Lukashenko) llegó al poder”, insistió.
- “Represión continua” -
El premio Guillermo Cano, cuya ceremonia de entrega tendrá lugar el 2 de mayo en Uruguay, está bautizado en honor al periodista colombiano Guillermo Cano Isaza, asesinado por orden de los carteles de la droga en 1986 en Bogotá.
“Una vez más, su ejemplo nos inspira y nos recuerda la importancia de velar para que los periodistas, allí donde estén, puedan trabajar libremente y con total seguridad”, señaló en un comunicado Audrey Azoulay, directora general de esta agencia de la ONU.
Según informes de la AJB y otros grupos militantes, la represión contra los periodistas en Bielorrusia continúa estas últimas semanas.
Katsiaryna Andreyeva, periodista de la cadena Belsat basada en Polonia, fue inculpada este mes por traición y se arriesga a 15 años de cárcel en un juicio que comenzará en mayo.
La editora en jefe del semanario Novy Chas, Oksana Kolb, fue arrestada la semana pasada y puesta en cárcel provisional por atentar contra el orden público, según la AJB.
Su detención fue condenada el martes por el Ministerio de Asuntos Exteriores francés que alabó el trabajo de la periodista para mantener una información fiable en Bielorrusia.
“Este procedimiento es una nueva ilustración de la política de represión continúa desplegada por las autoridades bielorrusas contra medios independientes y toda forma de oposición al régimen ilegítimo de Alexander Lukashenko”, denunció. Kg
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