Si vas a una tienda para mascotas encontrarás diferentes tipos de collares de castigo: de cadena, electrónicos o unos más suaves de tela, pero que igual tienen el efecto de ahorcar al perro cuando no hace lo que tú quieres.
Un dato triste sobre el entrenamiento tradicional, que ahoga al perro con el collar de castigo, es que los tirones pueden dañar la tráquea con facilidad.
No es raro ver a los perros toser. Muchas personas piensan que es un tema de la edad, pero en realidad no tendrían por qué toser si no se hubiera afectado su tráquea mediante el ahorcamiento con el collar.
Algunos entrenadores tratan de justificar estos comportamientos con ideas del macho alfa y del líder de la manada. La verdad es que lo único con lo que trabajan es con el miedo y el dolor.
Hoy la ciencia ha encontrado nuevos métodos para el entrenamiento animal. Esto ha permitido desarrollar una tecnología de adiestramiento cuyos principios pueden usarse para cualquier especie.
Además, tiene resultados rápidos. La fuerza y el castigo están excluidos del sistema. Y lo mejor de todo es que logra la comunicación entre las especies. AM3
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