La titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto dirigió una carta a los diseñadores de talla internacional, Carolina Herrera y Wes Gordon, al considerar que ambos han usado diseños y patrones que forman parte de la cosmovisión de pueblos originarios en México, lo que podría considerarse apropiación cultural en perjuicio de la comunidad indígena.
En dicha carta, Frausto pide a los modistas que “expliquen con qué fundamentos decidieron hacer uso de elementos culturales cuyo origen está plenamente documentado”.
En tanto, en la cuenta de Instagram de Wes Gordon se describe a uno de los diseños como un “Amanecer en Tulum. La luz de lima. Paseos por la Ciudad de México. Las olas de José Ignacio...” Lo que confirma su relación con la cultura mexicana.
En la carta de la titular de Cultura, se hace referencia a un vestido blanco largo con vistosos bordados de animales y flores, sobre el cual Frausto reclama que “ese bordado proviene de la comunidad de Tenango de Doria (Hidalgo); en estos bordados se encuentra la historia misma de la comunidad y cada elemento tiene un significado personal, familiar y comunitario”.
“Se trata de un principio de consideración ética que nos obliga a hacer un llamado de atención y poner en la mesa de desarrollo sostenible de la ONU un tema impostergable: promover la inclusión y hacer visibles a los invisibles”, concluyó en la carta.
Cabe recordar que el pasado 18 de mayo durante el Foro-Encuentro Internacional La Protección del Patrimonio Cultural como Derecho Colectivo, se informó que “luego de más de siete meses en los que se han realizado diversas mesas de trabajo para resolver el problema del plagio que han sufrido diversos pueblos y comunidades indígenas, se acordó reconocerles como titulares del derecho que genere el uso y aprovechamiento de sus elementos culturales e identitarios”, a través de una propuesta de ley.
Desde febrero pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación para que se impulse una legislación que proteja el patrimonio cultural inmaterial de pueblos y comunidades indígenas, como diseños, patrones y trazos textiles que los identifican.
Producto de una investigación, la CNDH obtuvo testimonios de mujeres artesanas de Chiapas, Michoacán, Guerrero, Yucatán, Oaxaca y Chiapas, principalmente, que denunciaron la afectación económica que enfrentan como consecuencia de la inadecuada protección de su patrimonio cultural.
Con información de Milenio y El País.
MM