Culiacanazo, fracaso de AMLO contra crimen; Topilejo, la secuela

La detención y liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán ha sido, hasta ahora, la definición del fracaso del combate al crimen organizado del presidente Andrés Manuel López Obrador, y lo sucedido en Topilejo es una secuela del llamado “Jueves Negro”.

El periodista Raymundo Riva Palacio en su columna “Estrictamente Personal”, titulada Secuela del culiacanazo, señala que aún existen capítulos por contarse y consecuencias de las decisiones tomadas en Palacio Nacional aquella tarde.

La balacera registrada en Topilejo, Tlalpan, afirma, fue la reaparición de “El Ratón”, como se conoce al hijo de Guzmán Loera, que inició una guerra contra bandas criminales rivales, con quienes se disputa el narcomenudeo en la Ciudad de México.

El enfrentamiento con la policía, describe, fue uno de los “más grandes que se recuerden en la capital federal. Fue un operativo altamente elogiado en la prensa, normalmente muy crítica de la estrategia de seguridad federal, por lo que llamó la atención”.

Sin embargo, en la mañanera del jueves, tras su regreso de la gira por Estados Unidos, el Presidente omitió “acertadamente” hablar del tema, ya que hubiera regresado al primer plano la discusión nacional sobre el culiacanazo.

Aunque señaló que no tenía información, el periodista señala que el operativo fue gracias a un trabajo de inteligencia de las autoridades capitalina respaldados por la Secretaría de Marina, que desde hace un año realizan.

En el operativo hubo incompetencias, contradicciones y omisiones por parte de las autoridades federales, que no podrán ser aclaradas, indica la columna publicada en ejecentral.

Entre ellas que fue preparado para realizarse al mediodía, no durante la noche donde bajan las defensas criminales y que no hay tanta gente en las calles, lo que reduce los riesgos de víctimas inocentes.

Además, la demora para llevarse a Ovidio Guzmán de Culiacán permitió que el Cártel de Sinaloa movilizara a su ejército para rescatarlo. “Al no actuar con celeridad, los militares fueron rápidamente superados en fuerza. Los doblegaron y humillaron”.

“El operativo estuvo pésimamente diseñado y ejecutado, como si se buscara su fracaso. Sin embargo, pensar de esa manera abriría la posibilidad de que dentro de lo más alto de la Secretaría de la Defensa hubo una traición al Presidente”, detalla el periodista.

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La secuela

El pasado martes, mientras la policía capitalina buscaba inspeccionar una casa en Topilejo, Tlapan, fueron recibidos a balazos, lo que causó terror en la zona, y en decenas de automovilistas que transitaban por la carretera México-Cuernavaca.

Los primeros agentes recibieron varios de los disparos, resultando cuatro policías heridos, uno de ellos aún se debate entre la vida y la muerte, pero no se rindieron y solicitaron refuerzos que llegaron del Ejército y la Guardia Nacional.

Las autoridades arrinconaron a los agresores hasta la casa de seguridad, en la colonia San Andrés Toltepec, donde fueron decomisadas drogas, armadas y rescatadas cuatro personas que estaban secuestradas.

En la vivienda se encontraron armas de grueso calibre, como una ametralladora calibre 7.62x51 y un fusil Barret calibre 50; 14 personas fueron detenidas, la mayoría de Sinaloa, por lo que se presumía pertenecían a un grupo delictivo de ese estado.

Además, encontraron algunas placas con imágenes de “El Chapo” Guzmán y un ratón, por lo que se llevó a determinar que pertenecen a una célula delictiva de “Los Chapitos”, liderado por Ovidio Guzmán López. MAAZ

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