¡Cuídate de estas enfermedades en 2024!
Si bien la redistribución de enfermedades por el cambio climático, las secuelas de la Covid y el avance de las epidemias de obesidad y diabetes hacen que el panorama de la salud para este año nuevo no parezca alentador; hay algunas evidencias para la esperanza
El 19 de diciembre de 2023 se publicó un estudio en la revista Pediatrics, donde se cuenta el caso de una joven de 15 años que padeció parálisis de las cuerdas vocales causada por la infección del coronavirus SARS-CoV-2.
Se trataba del primer caso reportado en una persona tan joven, pero ya se habían registrado algunos similares entre adultos. La causa era la misma: el virus no afectó tanto a las cuerdas vocales, sino a sus terminales nerviosas, lo que se conoce como un efecto neuropático.
El equipo de investigación reportó el caso con la esperanza de que la comunidad médica estuviera al tanto de una de las más de 200 posibles secuelas de la infección de Covid-19, a cuyo conjunto de síntomas se ha llamado covid larga o persistente y que se presenta también en adolescentes e infantes, pues se han registrado alrededor de 15 millones de infecciones de Covid-19 en menores, y es casi seguro que hay un subregistro.
›“Dado lo común que es este virus entre los niños, esta posible complicación recientemente reconocida debe considerarse en cualquier niño que presente problemas para respirar, hablar o tragar después de un diagnóstico reciente de Covid-19”, dice Danielle Reny Larrow, primera autora del estudio. “Esto es especialmente importante porque este tipo de molestias podrían atribuirse fácilmente a diagnósticos más comunes como el asma”.
Así como sucede con esa afección particular, es muy posible que a lo largo del próximo año vayamos descubriendo más secuelas de la Covid-19 o que las afectaciones de las que ya se conocen sean mayores de lo que esperábamos, pues hay que sumar la posibilidad de que los sistemas inmunitarios de muchas personas se encuentren afectados. Sin embargo, no todas son malas noticias.
Cuando nos encontramos o conocemos a alguna persona, es una muestra de cortesía y respeto llevar a cabo el acto de saludarla; también, si sabemos que esa persona estará en contacto con otra a quien tenemos aprecio, le mandamos nuestros atentos saludos.
Hacemos esto con tanta frecuencia en el día, que a veces se nos olvida que saludar no es tan sólo una forma educada de iniciar una conversación, sino desear salud a la otra persona.
Así, qué mejor forma de dar la bienvenida a este año que, además de desearles salud a los lectores de ejecentral, darles un panorama de lo que se espera en este 2024 para que puedan tomar sus precauciones y de esta forma, prevenir enfermedades y condiciones de salud adversas.
Razones de peso
Después de que en 2020 y 2021 la pandemia de Covid fuera responsable de la mayor parte de las muertes, y sobre todo de los fallecimientos en exceso en muchos países como México, en 2022 las causas de muerte regresaron a su estado usual: las enfermedades cardiovasculares cobran casi 18 millones de vidas cada año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el territorio nacional, según las cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el año pasado las enfermedades del corazón causaron, por mucho, la mayor parte de las muertes (200 mil 535); seguidas, bastante de lejos, por la diabetes mellitus (115 mil 681 decesos). En tercer lugar están los diversos tumores malignos (90 mil 18 muertes) y en cuarto las enfermedades del hígado (41 mil 429).
Pero no sólo no hay indicios de que en este año que empieza las causas de muerte vayan a ser distintas, sino que podrían aumentar ya que, en cierto sentido, esas primeras cuatro (la quinta son los accidentes) están más o menos relacionadas a través de algo que no suele verse como una enfermedad propiamente dicha: la epidemia de sobrepeso y obesidad que va creciendo en el país.
Para el público en general es bien conocida la relación casi directa que hay entre el exceso de peso y la diabetes; de igual manera es bastante sabido que también se relaciona con muchos casos de hipertensión o colesterol alto, que pueden conducir a las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la relación entre la masa corporal excesiva y los distintos cánceres y las enfermedades del hígado son muy poco difundidas, a pesar de ser muy relevantes.
Por ejemplo, de acuerdo con una publicación del pasado 7 de diciembre en el Journal of Clinical Investigation el aumento mundial de la obesidad y la diabetes está provocando una epidemia de enfermedad del hígado graso que afecta a entre 20 y 30% de la población mundial.
En sí ese padecimiento no es tan grave, pero alrededor de un tercio de las personas que lo padecen desarrollan una forma avanzada de la enfermedad conocida como esteatohepatitis no alcohólica, la cual puede progresar a cirrosis y enfermedad hepática terminal o incluso cáncer de hígado; además, la esteatohepatitis no alcohólica es uno de los principales factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular.
La epidemia que no lo parece
Según las cifras del reporte Números invisibles. El verdadero alcance de las enfermedades no transmisibles y qué hacer con ellas, publicado por la OMS en septiembre de 2022, 80.4% de las muertes que se producen en México se deben a alguna de las llamadas enfermedades no transmisibles, y muchas de ellas tiene
alguna relación con el exceso de peso y con el estilo de vida.
También de acuerdo con la OMS, el 86% de esas muertes serían evitables o aplazables con tratamiento y medidas de prevención, pero en México hay altos niveles de obesidad y el 83.2% de los jóvenes mexicanos de entre 11 y 17 años no hacen actividad física (87.6% de las mujeres y 78.8% de los hombres).
El reporte considera que esto es muy riesgoso aunque el porcentaje de inactividad decrece después de los 18 años hasta un 28.9% general.
La OMS también señaló entonces que, en términos generales, México no alcanzó sus metas en el control de las enfermedades no transmisibles, y no tiene una política pública o estrategia integrada de acción nacional contra ellas. Al principio de 2023 seguimos sin tenerla.
El cambio climático, el augurio inevitable
Poco antes de que iniciara la 28 Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la revista médica The Lancet advirtió que un “esfuerzo concertado para eliminar gradualmente los combustibles fósiles generaría enormes beneficios para la salud” y se podrían salvar hasta millones de vidas cada año.
“Si la COP28 no logra cumplir con esto, el enfoque de salud de la conferencia habrá sido completamente vacío y un futuro habitable estará cada vez más fuera de nuestro alcance”, concluyó The Lancet.
Difícilmente fue una sorpresa que los acuerdos en la COP28, si bien sí se encaminan a la eliminación gradual de los combustibles, no parecen hacerlo con prisa; pero aun si los acuerdos implicaran medidas para la disminución rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero, sería imposible que los efectos de las mismas empezaran a sentirse en este 2024.
Además, por la continuación del fenómeno de El Niño y porque la temperatura del mar se mantuvo en récords históricos durante todo el año pasado (y por tanto es un reservorio de calor para los próximos meses), 2024 será probablemente un año igual de caliente, lo que ocasionará que los efectos climatológicos extremos, desde los huracanes hasta la sequías (que han sido triste y particularmente fuertes en el territorio nacional) seguirán presentándose y quizá hasta intensificando, lo cual no sólo implicará problemas de salud, sino de alimentación, agua y muertes relacionadas directamente con los fenómenos meteorológicos.
El otro problema de salud relacionado con el cambio climático es la redistribución de enfermedades transmitidas por vectores como, en particular pero no exclusivamente, los mosquitos.
2023 fue especialmente favorable para el dengue. Según los reportes de la dirección general de epidemiología, mientras a la semana 49 de 2022 se habían confirmado 12 mil 122 casos, en 2023 fueron 50 mil 925, y las defunciones relacionadas con esta enfermedad hasta esa semana del año pasado eran 53, en 2023 fueron 203.
Como el dengue no es la única enfermedad transmitida por vectores en México, hay que considerar que podrían aumentar la distribución y los casos de paludismo, zika o chinkungunya; del mal de Chagas, que transmiten las chinches, o de la leishmaniasis transmitida por las moscas chicleras en las zonas tropicales del país.
Si existen planes gubernamentales que se estén llevando a cabo contra estas enfermedades, estos no son de acceso público como lo fueron, por ejemplo, los planes de 2013 a 2018 de la pasada administración, por lo que sólo queda prevenir en lo posible las picaduras de los diferentes vectores.
Epílogo de razones para el optimismo
Las principales soluciones para las enfermedades no transmisibles y para el exceso de masa corporal que se relaciona con muchas de ellas pueden parecer sencillas: hacer ejercicio, comer de manera saludable y dejar de fumar (para quienes todavía lo hacen); sin embargo, distan mucho de serlo. Aún así, quizá esta información sirva como aliciente para mantener esos propósitos de Año Nuevo.
Por otra parte, es posible que en 2024, algunos de los avances médicos que se dieron en 2023, o poco antes, lleguen a estar disponibles para más personas. En particular los nuevos medicamentos para bajar de peso, que podrían abaratarse y ser más accesibles.
También hay que considerar que a finales del año pasado se encontró la primera cura para algunos de los síntomas asociados a la Covid persistente, ciertas secuelas gastrointestinales (aunque aún falta para que lleguen al mercado), y otras podrían estar en camino, ya se están haciendo pruebas para, por ejemplo, las disfunciones autonómica y cognitiva, la intolerancia al ejercicio y la fatiga, los trastornos de sueño y la persistencia viral.
Quizá la noticia más promisoria es la aprobación en Reino Unido y Estados Unidos de varias vacunas seguras y eficaces contra el virus respiratorio sincicial (VRS), que puede ser mortal en menores de cinco años y adultos mayores y que, según un aviso del Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica, está siendo especialmente grave en esta temporada invernal.
Tras ser aprobados en otros países, cabe esperar que las vacunas pronto lleguen a México.