Varias bombas pequeñas explotaron este viernes en
Bangkok
dejando cuatro heridos, en momentos en que la capital tailandesa alberga una cumbre regional en presencia del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo.
Se confirmaron seis explosiones en un primer tiempo. Cuatro personas resultaron levemente heridas en estos ataques en los que se habría utilizado bombas “ping pong” (bombas artesanales llamadas así porque rebotan como pelotas de ping pong), según las autoridades.
Tailandia, acostumbrada a la violencia política y los golpes de Estado, sigue profundamente dividida tras las controvertidas elecciones de marzo que condujeron el exjefe de la junta militar Prayut Chan-O-Cha al frente del gobierno civil.
Por el momento, se desconocían los motivos de estos ataques y las autoridades exhortaron a evitar toda especulación.
El primer ministro tailandés, Prayut Chan-O-Cha, fue informado de una serie de “atentados con bomba y ordenó una investigación inmediata”, declaró la portavoz del gobierno, Narumon Pinyosinwat, quien añadió que “se reforzaron las medidas de seguridad”.
“Debemos demostrar nuestro esfuerzo colectivo para luchar contra aquellos que tienen la intención de perjudicar al país”, indicó Prayut Chan-O-Cha en las redes sociales, pidiendo a la población “no entrar en pánico” y “cooperar” con las autoridades.
Dos explosiones tuvieron lugar en el centro de la capital cerca de la torre Mahanakorn, perteneciente al grupo King Power, propietario del club de fútbol británico Leicester City, añadió la policía.
En los alrededores del rascacielos se desplegaron especialistas en desminado.
Otras cuatro deflagraciones se registraron en Bangkok, tres de ellas en una zona en torno a un complejo gubernamental, según las autoridades.
“Sembrar la confusión”
“Aún no sabemos cuántas personas están implicadas”, declaró a la prensa el viceprimer ministro Prawit Wongsuwon, agregando que los ataques “tenían probablemente como objetivo sembrar la confusión”.
Estos atentados se producen en momentos en que la capital tailandesa alberga una cumbre de ministros de Relaciones Exteriores de los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en presencia de sus homólogos estadounidense, ruso y chino.
Las explosiones ocurrieron antes de un discurso del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, presente en
Bangkok
para intentar contrarrestar la influencia china en la región.
Tienen lugar además en un contexto político de tensión en Tailandia semanas por la llegada del poder de Prayut Chan-O-Cha, cuya victoria estaba prácticamente cantada de acuerdo a la nueva Constitución adoptada en 2017 y que otorga al ejército el nombramiento de 250 senadores.
La oposición denunció además varios fraudes en las elecciones.
En 2009, la cumbre de dirigentes de la ASEAN que se celebraba en Tailandia tuvo que ser anulada tras la entrada masiva de manifestantes del movimiento de las “camisas rojas” en el hotel en el que se organizaba el encuentro, en la estación balnearia de Pattaya.
Parte de los dirigentes tuvieron que ser evacuados en helicópteros del ejército tailandés desde la azotea del hotel, mientras que otros tuvieron que huir en barco.