Tratando de demostrar la eficacia de un novedoso método para cuantificar fugas de metano con observación satelital, un equipo de investigación de la Universidad de Harvard encontró que un gasoducto en Durango liberó miles de toneladas métricas de metano a lo largo de dos meses en 2019.
El estudio utilizó los Satélites Ambientales Operativos Geoestacionarios (GOES por su sigla en inglés) de los Estados Unidos, con los que hizo monitoreos cada cinco minutos de grandes fuentes puntuales de metano. La más grande de ellas fue “una liberación extrema de metano del gasoducto El Encino-La Laguna en Durango, México, el 12 de mayo de 2019”, escribió el equipo en su reporte de investigación publicado el pasado 19 de diciembre en los Proceedings of the National Academy of Sciences.
La liberación, que reportaron en un estudio publicado en la revista Science en 2022, “duró tres horas a una tasa variable de 260 a 550 toneladas de metano por hora y totalizó entre 1,130 y 1,380 toneladas métricas”, reporta el equipo de Harvard. Al cabo de ese tiempo, la fuga se detuvo.
Por su tamaño extremo y por la escasez de nubes en ese día que permitió una observación contínua, la liberación del 12 de mayo de 2019 la tomaron los investigadores como estudio de caso.
“Sin embargo, no fue un incidente aislado”, como se demostró por otras observaciones que detectaron “grandes columnas de metano de tres estaciones de válvulas de bloqueo diferentes” a lo largo del mismo ducto en 11 días diferentes entre el 7 de abril de 2019 y el 24 de mayo de 2019.
Energía para miles de hogares
Con base en que el gasoducto El Encino-La Laguna lleva gas natural, el equipo calcula que tan sólo la liberación del 12 de mayo podría “abastecer de energía a entre 3,600 y 4,400 hogares urbanos mexicanos durante un año”.
Además, el equipo de Harvard llama la atención sobre el hecho de que el metano es un poderoso gas de efecto invernadero, pues atrapa unas 80 veces más calor que el dióxido de carbono y destacan “la importancia de desarrollar instrumentos satelitales geoestacionarios dedicados para monitorear los gases de efecto invernadero”.
Sin embargo, añaden, “recientemente se canceló el instrumento GeoCarb, cuyo lanzamiento a la órbita geoestacionaria estaba previsto para 2025. Habría proporcionado observaciones diarias de concentraciones de metano con una resolución espacial de 10 km sobre las Américas” con alta resolución.
La agencia Reuters reporta que el gasoducto es propiedad de la Compañía Federal de Electricidad (CFE), operado por la empresa Fermaca Pipeline El Encino.
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