Crónica | Voto a cuenta gotas da triunfo a Barbosa en Puebla

2 de Diciembre de 2024

Crónica | Voto a cuenta gotas da triunfo a Barbosa en Puebla

Con un avance del 91.24% de las actas computadas en el PREP, el morenista sumaba el 43.75% de la votación, una ventaja de ocho puntos sobre el segundo lugar

PUEBLA, Puebla. Los retrasos en la apertura de casillas y la escasa participación de los votantes marcaron la tercera jornada electoral de Puebla en menos de tres años.

Se trataba de la segunda oportunidad de Luis Miguel Barbosa Huerta como aspirante de Morena a la gubernatura, luego de la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y su esposo el senador Rafael Moreno Valle Rosas.

La instalación de casillas demoró entre 20 y 30 minutos. Por ejemplo, en la 1170-básica y contigua, ubicada en la avenida 5 B sur de la ciudad de Puebla, los funcionarios de la mesa receptora comenzaron a llegar a las 8:20 horas, y ya había gente esperando. A las 8:14 horas aún no abría la ubicada en la Primaria Esteban de Antuñano, donde a las 8:40 votó el gobernador Guillermo Pacheco Pulido. Treinta minutos de retraso tuvo la casilla en la sección 1093, donde votó Mario Bracamonte, delegado de Morena en Puebla.

Apatía... Abstencionismo... Desinterés... Voto a cuenta gotas, pues sólo participó entre el 30 y el 33 por ciento de los poblanos en posibilidad de hacerlo.

Con un cómputo del 91.24 por ciento de las actas en el PREP, Barbosa Huerta, por la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y Verde), tenía ventaja de ocho puntos con 43.75 por ciento (608 mil votos), le seguía el abanderado del PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas, con 34.262 por ciento (481 mil votos). Y en tercer lugar se situaba el priista Alberto Jiménez Merino, con 18.02 por ciento (250 mil votos).

A los candidatos los desairó el 70 por ciento de los votantes, que se mantuvo incrédulo al “me canso ganso que vamos a arrasar” de Barbosa Huerta, quien expresó dicha frase en el arranque de lo que fue su segunda campaña como candidato al gobierno de Puebla, el 31 de marzo pasado.

La frase introdujo en el proceso electoral al presidente Andrés Manuel López Obrador quien había prohibido que en Puebla se utilizara su nombre con motivos electorales.

El desaire

Los desairó el 70 por ciento que no creyó en el priista Alberto Jiménez Merino, quien se dejó ver al inicio de su campaña con el exgobernador Mario Marín Torres, hoy prófugo de la justicia.

Los desairó el 70 por ciento que no creyó en Enrique Cárdenas Sánchez, el exrector de la UDLA y profesor de la Ibero-Puebla, quien compitió como candidato del PAN, partido del que antes fue severo crítico.

Los reflectores, sin embargo, estuvieron siempre sobre Barbosa, desde el día en que murieron Martha Erika y Moreno Valle. La pregunta era si competiría una vez más y si podía ganar. Las dudas comenzaron cuando introdujo al presidente con la frase “me canso ganso”, a pesar de el mandatario federal había prohibido que en Puebla se utilizara su nombre con motivos electorales. O quizá antes, con la severa campaña negra emprendida en contra de Cárdenas.

No importó la prohibición presidencial, y aunque en Puebla Morena y su candidato utilizaron la frase para hacer campaña, lejos estuvieron de arrasar: hasta la media noche de este domingo 2 de junio, la diferencia era de apenas 3, 4, 5, 6, 7 y hasta 10 por ciento con respecto de Enrique Cárdenas.

A nadie le gusta perder, dicen por ahí. Quizá por eso ni siquiera Alberto Jiménez Merino aceptó que fue derrotado por Barbosa. El ganador, aseguró el candidato del PRI es “el abstencionismo con un promedio de participación del 33 por ciento del padrón electoral, una muy baja participación. La ciudadanía ha hablado, pero ha sido una voz impulsada por el miedo a perder más apoyos y programas sociales, una voz en la que influyeron por las autoridades”.

Atrás quedan las versiones de que a Barbosa lo apoyaron desde el Congreso del estado, de que tuvo apoyo del gobernador interino y el titular de la Secretaría General de Gobierno. Y si lo respaldaron, aún contra la ley, por poco ni eso le alcanza para hacerse de la gubernatura.

Algo tal vez cierto: a Cárdenas le faltó tiempo. Su tendencia siempre fue a la alza a pesar de las campañas negras enderezadas en su contra. Incluso los 249 mil votos de Alberto Jiménez Merino, -quien cargó con la pésima fama que le dejaron las administraciones priistas de Enrique Peña Nieto, Tomas Borge y César y Javier Duarte-, dejaron mal parado al hombre con el que Morena se la jugó dos veces y que anoche.

Barbosa, al celebrar su todavía no oficial triunfo, prometió que “convocará a las fuerzas políticas del estado a tener un diálogo (…) a todos los segmentos de la población, a fin de hacer del ejercicio del poder un acto verdaderamente democrático y ciudadano”.

Nunca fue cierto el 20 por ciento de ventaja arrasadora que pregonaba Yeidckol Polevnsky; pero los culpables siempre serán los de enfrente y Barbosa lanzó anoche en el zócalo la alerta: “pronto viene el 2021 y a los panistas que hoy les ganamos, están pensando en volver a partir de los resultados de la capital. Ustedes, los de Morena, los del PT, los del Verde tienen que tomar acciones y posiciones de reconciliación”.

La suerte, pues, está echada.