Uno a uno bajaron de los cerca de veinte autobuses negros que los transportaban. Eran 544 rostros que mostraban felicidad. Representaron a México, y muchos, lograron un lugar en el podio.
Llegaron a Palacio Nacional antes de las cinco de la tarde, buscaban el apoyo prometido por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sus uniformes rojos combinaban con los fuertes rayos del sol.
Salón Tesorería, el lugar en el que cada mañana el mandatario realiza la conferencia matutina, los recibió. Eran los 544 deportistas de la delegación mexicana que participó en los Juego Panamericanos de Lima, Perú 2019.
Esos héroes nacionales cosecharon la histórica marca de 136 preseas, la mayor cantidad obtenida hasta ahora, superando las 133 de Guadalajara 2011.
Y vaya que no era para menos la emoción y alegría en el inmueble histórico porque México ocupó el tercer lugar del medallero con 37 oros, 36 platas y 63 bronces, tan sólo por detrás del favorito Estados Unidos y Brasil.
Saludaban a compañeros que no venían con ellos, que no habían visto en algunos días. El tiempo pasaba, la hora se acercaba. La cita era a las seis de la tarde, recibirían de manos del Presidente las becas de todo un año.
Sus caras cambiaron, ahora irradiaba molestia. Ya no era por falta de apoyos, era el calor natural de un salón en el que se reúnen más de 800 personas. Las chamarras rojas ya estaban en el respaldo de las sillas, amarradas a la cintura o, alguna, ya tirada en la alfombra que cubre el piso del Salón Tesorería.
Veinticinco minutos más tarde de la hora, los chiflidos y aplausos que causan la desesperación y el aburrimiento, se hicieron notar. Un minuto después, el presidente Andrés Manuel López Obrador entró, seguido de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, los deportistas se pusieron de pie y el esperado acto dio inicio.
Los aplausos son para Bremer
Una docena de personas acompañaba al mandatario en el templete, entre ellos la esperanza de apoyo de cada deportista, un reconocido empresario que aportaría el recurso para lograr las becas.
Al micrófono una voz dulce anunció al Presidente, los presentes aplaudieron. Llegó el turno de Carlos Bremer, el magnate regiomontano, los aplausos sonaron con júbilo, los atletas se pusieron de pie, algunos le hicieron reverencia.
El también amante de los deportes compró la mansión del chino-mexicano Zhenli Ye Gon en 102 millones de pesos, recurso que López Obrador se comprometió a entregar a la delegación mexicana que participó en Panamericanos.
El aplauso sonó como un fuerte “gracias”, que daba fin a los obstáculos que muchos de ellos tuvieron que saltar, sobre todo económicos, para representar a México.
“No podemos colgarnos las medallas, el esfuerzo es de ustedes”
La carrera no había sido fácil. El apoyo de sus familias, la venta de alimentos, rifas y patrocinadores, lo habían hecho posible. No el gobierno, como reclamaron muchos de ellos antes, durante y después de la competencia.
Antes de hoy el gobierno federal había mostrado poco o nulo apoyo a los deportistas, pero celebró como suyo cada triunfo.
Cada día, durante las mañaneras o en los eventos del mandatario, recordaba cada triunfo, cada vez que el Himno Nacional mexicano se escuchaba en Perú. Los felicitaba y les enviaba un mensaje que recordaba lo valioso que eran para el país y para el deporte.
La amenaza de no asistir a la clausura de los juegos se esfumó sólo cinco días antes de que llegara el final, cuando el mandatario se comprometió a entregar becas de 240 mil pesos a cada uno de los deportistas, 40 mil pesos más para cada medallista de oro, 35 mil para los que obtuvieron plata y 25 a los de medalla de bronce.
“No podemos colgarnos las medallas, sabemos que el esfuerzo es de ustedes y de sus familias que son quienes los impulsan”, reconoció por segunda ocasión el tabasqueño.
Apenas el martes, en el abanderamiento de la delegación paralímpica reconoció que su administración no había brindado el apoyo suficiente a los deportistas.
La espera no termina
En representación de los 544, tres medallistas recibieron al frente la simulación de un cheque con la cantidad correspondiente. El de 280 mil pesos para Alejandra Valencia Trujillo, ganadora del oro en tiro con arco; de 275 mil pesos a Luz María Olvera Suárez, ganadora de plata en judo; e Isaac Pérez Pérez, que obtuvo bronce en Frontón.
A la par, López Obrador entregó reconocimiento a Manuel Padilla, ganador del cuarto lugar de pentatlón moderno y apoyo de 240 mil pesos a Blajaith Aguilar Rojas, entrenadora de gimnasia rítmica.
Pero la espera de apoyo no terminó ahí. A más de una hora de concluida la ceremonia, los deportistas siguen esperando que se les notifique dónde recibir su cheque y reconocimiento, un procedimiento largo y lento por la cantidad de atletas.
En sus rostros se veían las ganas de salir corriendo, pero la espera valió la pena, pues muchos de ellos ocuparán el recurso para su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.