Desde este martes, tensiones políticas dividen la Cámara Baja de Estados Unidos. Al cierre de esta edición, se han realizado seis votaciones en las que el republicano Kevin McCarthy es el favorito para posicionarse como relevo de la demócrata Nancy Pelosi, pero un pequeño grupo de 20 conservadores ha frustrado cada ocasión.
Estados Unidos quiere “una nueva cara, una nueva visión, un nuevo liderazgo”, afirmó uno de los congresistas, Chip Roy, de Texas.
Si bien tanto McCarthy como sus opositores pertenecen al Partido Republicano, los congresistas —seguidores del expresidente Donald Trump— no lo consideran apto para el puesto por ser “demasiado moderado”. Al respecto, el propio exmandatario solicitó a través de su red social un alto al bloqueo. “Es hora de que todos nuestros grandes miembros republicanos de la Cámara voten por Kevin. Hará un buen trabajo, y tal vez incluso un gran trabajo”, aseguró, poco antes de que se bloqueara la última votación.
La oposición tiene más de un motivo para postergar el nombramiento: el partido solo dispone de una corta mayoría tras las elecciones de mitad de mandato de noviembre para imponer sus condiciones. Sin su apoyo, McCarthy no puede ser elegido, y aunque ha accedido a muchas de sus peticiones, las negociaciones siguen en un punto muerto. Ante esto, el republicano ha insistido que seguirá postulándose para el puesto, sin ningún otro candidato que le haga sombra.
Otro de los que urgió a los congresistas a elegir un líder fue el presidente Joe Biden, quien calificó la indecisión como una “verguenza”, aunque cabe destacar que la división podría beneficiarle, de cara a una posible reelección a la presidencia en 2024, una decisión que debe comunicar este año.
Dato. La última vez que se presentaron dificultades para elegir a un presidente fue en 1856, cuando se hicieron 133 rondas.
Sin un presidente la cámara no puede empezar a legislar ni aprobar nuevas leyes, mientras que para los opositores de Biden, significa que no podrán abrir las numerosas investigaciones que habían prometido en su contra.
No existe un rival de peso que haga sombra a McCarthy, con un escaño por California. El único nombre que circula como posible alternativa es el del jefe del grupo republicano, Steve Scalise, pero por el momento sin muchas posibilidades.
Tras la sexta ronda de este miércoles, la Cámara decretó un receso, y se espera que las votaciones se reanuden las primeras horas de este jueves.
La elección del presidente de la Cámara Baja, conocido como “speaker”, es el tercer cargo más importante de la política estadounidense, y es la primera vez en más de 100 años que no se presentaba un desacuerdo de tal magnitud. La última vez que ocurrió una situación similar fue en 1856, cuando se necesitaron dos meses y 133 rondas de votación para nombrar un nuevo líder.