En Los Ángeles, los efectos de la Covid han sido desiguales y desgarradores: las comunidades de bajos ingresos, zonas de alta población y personas de color y latinas son quienes más se han visto golpeadas por la pandemia.
Según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de estados Unidos, Los Ángeles registró más de 6 mil pacientes contagiados tan solo durante la semana pasada. Esta es una cifra cuatro veces mayor a la anotada hace un mes, lo que aumenta más del 40% la proporción de todos los pacientes admitidos con Covid.
Las zonas sur de la ciudad son en donde se concentran la mayoría de los focos rojos, denuncia Los Ángeles Times. Con centros médicos en problemas de capacidad hospitalaria, los trabajadores esenciales de bajos ingresos tanto latinos como negros son las victimas mortales más frecuentes de la pandemia.
Como muestra, el 80% de los pacientes en el Kaiser Permanente Downey Medical Center presentan contagio o se encuentran entre los sospechosos de portar el virus. En este sentido, trabajadores del lugar señalan que las personas en espera de ser atendidas son tantas que terminan amontonándose en los pasillos administrativos o la tienda de regalos hasta por nueve horas, e incluso han recibido atención en la misma sala de espera.
Por su parte, el personal del Hospital Comunitario Martin Luther King Jr. en Willowbrook, ha enfrentado el dilema de atender a 215 pacientes con una infraestructura que alcanza solo para 131 camas.
El sistema de salud estadounidense es otro obstáculo que enfrentan los enfermos en esta zona: en el mejor de los casos, cuentan con aseguramiento público (Medicaid y Medicare) que no es aceptado en los hospitales más grandes. En otras ocasiones, no cuentan con ninguna cobertura.
Ambos hospitales tienen una de las tasas de pacientes con COVID-19 más altas del condado, según datos del gobierno estadounidense. De empeorar la situación, el personal médico se verá en la obligación de decidir quien recibirá la atención médica.
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