Tras la renuncia de Boris Jhonson como primer ministro de Reino Unido, llegó el turno de Italia. Este jueves, Mario Draghi, primer ministro de este país, presentó su dimisión, pero contrario al caso de Jhonson, su renuncia al cargo fue rechazada inmediatamente por el presidente de la República, Sergio Mattarella.
La decisión de los senadores del Movimiento 5 Estrellas, de la coalición gobernante, de retirar su apoyo a Draghi durante una moción de confianza abrió este jueves una nueva crisis política en Italia que tiene a los funcionarios negociando su salida.
Draghi fue invitado en febrero del 2021 por el presidente Mattarella para liderar una coalición heterogénea que reunía a casi todos los partidos representados en el parlamento. La única excepción fue el partido de extrema derecha Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), que permaneció en la oposición.
Pese a que Draghi cuenta con la mayoría numérica para gobernar sin el apoyo del Movimiento 5 Estrellas ((M5E, antisistema), el economista y expresidente del Banco Central Europeo considera que su mandato es el de liderar un gobierno de unidad ante la grave crisis económica y social del país y no uno de carácter político. Por ello ha explicado en repetidas ocasiones que sin el apoyo de los antisistema daría por concluido su liderazgo.
La retirada del apoyo de los antisistema se debe sobre todo a que el decreto, que incluye medidas para ayudar a familias y empresas frente a la inflación, también contiene un proyecto de construcción de un incinerador de basura para Roma, a lo que se oponen con fuerza por considerarlos costosos, contaminantes, ineficientes y desfasados como tecnología.
En busca de opciones
Por este motivo, este viernes, los partidos italianos con representación parlamentaria comenzaron negociaciones en las que se juega el futuro del gobierno de Draghi, quien deberá comparecer la próxima semana ante el Parlamento para dar cuenta de la situación política tras haber perdido el apoyo de un partido de la coalición.
Las negociaciones para formar una nueva mayoría de gobierno y evitar elecciones anticipadas ocuparán el fin de semana ya que los escenarios y posibilidades son muy variados.
Para muchos observadores, es posible que Draghi acepte un segundo mandato con una mayoría distinta, sin M5E, lo que tendría consecuencias políticas, ya que excluiría al vencedor de las elecciones legislativas del 2018 con el 32% de los votos.
Por ahora nada se ha filtrado sobre la posición de los antisistema, que han dejado la puerta abierta al diálogo para recomponer el gobierno de unidad, pero al mismo tiempo tienen la tentación de abandonar el Ejecutivo. “Discutimos, tomamos nota de la renuncia de Draghi y seguiremos discutiendo”, adelantó su líder, Giuseppe Conte.
Por su parte, el Partido Democrático (PD, izquierda), que se encuentra entre los principales miembros de la coalición que apoya a Draghi, se comprometió a trabajar por una salida rápida.
25 por ciento de preferencias del electorado se calcula que obtendrá la líder de extrema derecha Georgia Meloni, del partido Fratelli d’Italia.