Aunque mucho se ha hablado del deshielo de los glaciares en los polos, poco se ha hecho al respecto, lo que ha hecho que el problema siga escalando.
Y es que recientemente, un estudio hecho en Estados Unidos reveló una verdad escalofriante: la capa helada de Groenlandia está perdiendo cerca de 30 millones de toneladas de hielo por hora. La cifra equivale a 20% más de lo que se pensaba anteriormente, y representa serias consecuencias para todo el mundo.
No se trata de la escasez de agua, sino de algo más sutil. Los expertos temen que este deshielo de agua dulce en el Atlántico norte pueda afectar la corriente Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), la cual transporta agua cálida y salada hacia el norte, y agua fría hacia el sur.
Los temores surgen tras la observación en meses pasados de una “debilidad” en esta corriente, lo que indica un probable cambio de dirección o fuerza. De ocurrir este escenario, las consecuencias van desde un cambio climático radical en la región del Atlántico Norte hasta la desaparición de los monzones en África.
Esto, a su vez, traería condiciones totalmente distintas a todas las regiones del mundo, un cambio para el que nadie está preparado.
El estudio se sirvió de análisis de las capas de hielo en Groenlandia e inteligencia artificial (IA), lo que tuvo como resultado el hallazgo de que la capa de hielo de esta región ha perdido un área de unos cinco mil kilómetros cuadrados de hielo en sus márgenes desde 1985. Asimismo, desde 2003, se han perdido 221 mil millones de toneladas de hielo cada año.
“Los cambios alrededor de Groenlandia son tremendos y están ocurriendo en todas partes: casi todos los glaciares han retrocedido en las últimas décadas”, dijo el Dr. Chad Greene, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y uno de los responsables de este estudio.
De manera específica, las variaciones de agua dulce en la AMOC pueden servir como un punto de inflexión para desencadenar un colapso a gran escala. Esto podría “alterar los patrones climáticos globales, los ecosistemas y la seguridad alimentaria global”, dijeron los investigadores.
Aún se desconoce con certeza las implicaciones de este deshielo masivo, ya que aunque algunos expertos consideran otros escenarios, lo cierto es que la posibilidad de que el colapso climático se acelere es cada vez más real.
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BM