La educación básica en México ha sido relegada de las prioridades presupuestales por las crisis derivadas de la pandemia de Covid-19, concluye un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
“Es evidente que el presupuesto asignado a la educación básica en estos tres últimos años no ha aumentado en términos reales, como se pretendía al inicio de esta administración, debido principalmente a la contracción económica que se ha vivido a consecuencia de la doble crisis de la pandemia”, señala el documento Evolución del presupuesto de educación básica 2019-2022.
El texto advierte que, si bien se ha vislumbrado una cierta resiliencia en el sector educativo, “también se han privilegiado los recursos a los programas presupuestales más importantes y prioritarios en beneficio de la población más vulnerable”.
El estudio refiere que el presupuesto asignado a educación básica durante el periodo de 2019-2022 se contrajo en 1.5% real, donde se observa que los programas presupuestales más representativos registran recortes profundos, excepto el destinado al programa La Escuela es Nuestra, el cual muestra una tendencia creciente de recursos destinados a la construcción, mantenimiento, equipamiento y gastos fijos de los planteles.
En este contexto, uno de los niveles más afectados ha sido el básico, cuyo principal síntoma es la deserción escolar. A consecuencia de la pandemia en los ciclos escolares 2019-2020 y 2020-2021 se registró una disminución de la matrícula escolar del nivel básico de 656 mil 072 alumnos, equivalente a 2.6% de la población escolar.