Cuando al chofer de Ricardo Anaya se le ordena bajar del vehículo y quien se pone al volante es el propio presidente nacional del PAN, es señal de que una decisión importante para el partido se está cocinando. El que suele ocupar el asiento del copiloto es Santiago Creel, su principal asesor, el más cercano de sus consejeros en momentos en que el panismo se ha vuelto una olla exprés. Ricardo Anaya desconfía hasta de su sombra. Con frecuencia, cuando cita en la Torre Azul a integrantes del Comité Ejecutivo, coordinadores parlamentarios, gobernadores o dirigentes de otros partidos, los asistentes deben despojarse de sus teléfonos celulares y depositarlos en una caja especial que impide grabar o hacer contacto con el exterior. El dirigente panista tiene demasiados frentes abiertos, tanto adentro como afuera del partido, que ninguna precaución sobra.
El hermetismo es lo que distingue al queretano. Por eso, cuando se procesa la toma de decisiones, Anaya prefiere viajar sólo con Creel. En esos momentos, ni el chofer ni su secretario particular, Osiris Hernández, son de fiar. Es por ello que el exsecretario de Gobernación es visto como la mente detrás de Anaya. ¿Es Creel el cerebro de Anaya? —se le pregunta al propio Creel. —Eso lo dicen algunos de buena fe y otros de no tan buena. La verdad es que la gente no lo recuerda, pero cuando viene la derrota de 2012, pues hubo muy pocos liderazgos que nos quedamos a recoger los platos rotos en el partido con el presidente Gustavo Madero, particularmente en los momentos más difíciles después del descalabro, cuando tratamos de recomponer a Acción Nacional, hacerlo un partido competitivo y ser una oposición moderna y constructiva”, relata Creel, quien después de 18 años de militancia panista se encuentra en la etapa de mayor influencia y poder en la estructura del blanquiazul. Dicho momento se empalma con su actividad empresarial en EZCorp, firma dedicada al manejo de casas de empeño y a préstamos vía nómina, y de la cual es integrante del Consejo de Administración. De acuerdo con personas que conocen los negocios de la familia Creel, Santiago Creel Garza Ríos, es operador de su padre en negocios de casinos, al mantener contacto con los beneficiarios de los permisos otorgados al final de su gestión como Secretario de Gobernación, entre 2000 y 2005.
Fue durante la transición —entre julio y diciembre de 2012— cuando Ricardo Anaya, entonces subsecretario de Turismo en el gobierno de Felipe Calderón, y Santiago Creel, como parte del staff de Madero, comenzaron a trabajar juntos.
Originalmente, Creel declinó hablar de los temas empresariales con ejecentral. El reportero tuvo dos acercamientos con el abogado. En el primero se habló de la renuncia de Margarita Zavala, la consolidación del Frente Ciudadano por México, y su desempeño como consejero de Anaya. En una segunda petición, se le solicitó a Raúl Paredes, encargado de contacto con medios de Creel, una entrevista para hablar específicamente sobre su participación en la empresa EZCorp. En respuesta, Paredes dijo que “de esos temas no habla”. Al cierre de esta edición, Creel pidió el derecho de réplica. Dijo que él no se rehusaba a hablar de sus actividades. Se le abrió la oportunidad para que hiciera las precisiones pertinentes para que aparecieran en esta edición, pero declinó la invitación. No obstante, en otra llamada telefónica, fue enfático en negar que él estuviera involucrado en el negocio de los casinos. “Nunca lo he estado”, aseguró.
Entre lo público y lo privado
Creel, públicamente poderoso, tiene una vida al margen de los reflectores, pero siempre ligada a lo político. La renuncia de Margarita Zavala al PAN, el pasado de 6 octubre, puso al exsecretario de Gobernación en un predicamento, pues si bien su jefe, Ricardo Anaya, tiene una rival menos en la contienda interna, la salida lo enfrenta con el polo de poder que representa expresidente Felipe Calderón —principal promotor de las aspiraciones de su esposa— con quien terminó peleado después de que el michoacano le ganara la candidatura presidencial del PAN, en 2005. La primera muestra de aquella rencilla fue la destitución de Creel como coordinador de la bancada de Acción Nacional en el Senado, ocurrida en 2008, durante la dirigencia de Germán Martínez Cázares. El diputado Jorge Triana, cercano al exsecretario de Gobernación, dijo a ejecentral que, previo a la dimisión de Margarita, Creel intentó disuadirla y procuró un acercamiento entre la esposa de Calderón y Anaya. Sin embargo, todos sus esfuerzos fracasaron.
Es probable que el interés de Creel por evitar la renuncia de Margarita no sólo se debe a un afán por mantener la unidad del partido, sino a una deuda que Creel tiene con Calderón.
Santiago Creel Garza Ríos, hijo del exsecretario de Gobernación, fue socio del despacho Álvarez y Asociados, S.C., el cual se vio envuelto, en 2010, en una investigación de las autoridades hacendarias por una presunta defraudación fiscal contra el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Por tal motivo, en 2012, las autoridades de Chiapas giraron una orden de aprehensión en contra de Creel Garza Ríos. Las versiones de que Santiago Creel padre solicitó al entonces presidente Calderón que intercediera en el caso fue desmentido tajantemente por el asesor de Anaya. Nunca supe siquiera que existiera una orden de aprehensión, por tanto jamás hablé con el presidente Calderón de este tema. Desde entonces, sin embargo, Creel Garza Ríos se ha mantenido alejado de la vida política y se ha centrado en su carrera como piloto profesional. A partir de enero de 2017, es integrante de la escudería The Racers Group, donde compite en carreras de la categoría GT Daytona. Entre los patrocinadores del piloto está la empresa EZCorp, dedicada al negocio de los préstamos de nómina y casas de empeño, con sede en Austin, Texas, y de la que Santiago Creel padre es accionista. Debido a los problemas generados por los errores de contabilidad, EZCorp se ha visto involucrado en al menos cinco demandas de accionistas en Estados Unidos entre 2014 y 2017, las cuales acusan a la empresa de ocultar información y de conflictos de interés. Estas acciones legales continúan en proceso. Adicionalmente, EZCorp ha sido demandada por prácticas ilegales de cobro y publicidad engañosa, por lo que la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de Estados Unidos (Consumer Financial Protection Bureau, CFPB) inició una investigación en su contra en 2014. Este semanario preguntó al asesor de Anaya si aún sigue siendo integrante del Consejo Directivo de EZCorp y cuál es el estatus de los procesos legales en contra de la empresa, pero el panista se rehusó a hablar al respecto, a través de Paredes, su colaborador. Su hijo, Creel Garza Ríos mantiene contactos con Sebastián Felipe Rodriguez Robles, extesorero del gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; Édgar Antonio Nacif, exregidor de Cuautitlán, Estado de México; Doménico Quadrini, regidor del mismo municipio; Óscar Arturo Paredes Arroyo Velasco, exvicepresidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (AIEJA). En la lista de contactos del hijo de Creel también están Juan Martín Fuentes Telich, amigo personal de Creel Garza Ríos y apoderado legal de El Palacio de los Números, y Rafael Manuel Oliveros Lara, titular de la Notaría Pública 45. Santiago Creel padre entró al consejo directivo de EZCorp en enero de 2014 y, junto con Pablo Lagos Espinosa, es el único directivo que conservó su puesto tras la reestructuración que tuvo lugar en julio de 2014, cuando tres consejeros renunciaron y tres más fueron despedidos. En los últimos tres años, Santiago Creel ha incrementado su participación accionaria en EZCorp, pasando de 10 mil acciones Clase A sin derecho a voto que recibió al iniciar su encargo, a 66 mil 500 acciones tras la última compra realizada el 23 de diciembre de 2016. Al momento de esta última transacción, las acciones tenían un valor de 10.6 dólares, por lo que su participación accionaria tendría al momento un valor de 704 mil 900 dólares. En una de las conversaciones telefónicas anoche, Creel aseguró que los porcentajes eran imprecisos, pero no recordó en ese momento cuáles eran los correctos. Entre 1980 y 1997, Santiago Creel padre participó en 23 empresas; en nueve de ellas lo hizo como accionista, en otras nueve como accionista y miembro de Consejo de Administración y en cinco sólo como integrantes del consejo. En 1997, al iniciar su carrera política como diputado federal del PAN, abandonó su participación en todas ellas, salvo una: Grupo Finmart. Dicha empresa, especializada en créditos de nómina, fue fundada en 2003 por Javier Creel Moreno, sobrino de Creel Miranda, y logró contratos en los tres niveles de gobierno. En 2012, 60% de las acciones de Grupo Finmart fueron compradas por EZCorp, empresa estadounidense del mismo giro y que pretendía ampliar sus negocios en México. Dos años después, Creel Miranda fue designado miembro del Consejo Directivo de la compañía. EZCorp es una empresa que llegó a México por la vía del exembajador de Estados Unidos, Tony Garza, a través de Creel Moreno. Su contrato más importante fue con el ISSSTE.
La misión dentro del PAN
El momento estelar de Creel en la trinchera blanquiazul ocurre en momentos en que Anaya es acusado por diversos liderazgos panistas de estar jugando en dos pistas: la de líder nacional y la de aspirante a la candidatura presidencial, lo que ha causado una fuerte polarización interna, al grado de que ya se han registrado sonoras renuncias, entre ellas la de Margarita Zavala, que era la panista mejor ubicada en las encuestas y con mejores posibilidades de darle pelea al dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
9 comicios locales ha ganado el PAN desde 2013, cuando Creel se encarga de la estrategia electoral del partido.
Fue durante la transición —entre julio y diciembre de 2012, tras el triunfo de Enrique Peña Nieto— cuando Ricardo Anaya, entonces subsecretario de Turismo en el gobierno de Felipe Calderón, y Santiago Creel, como parte del staff de Madero, comenzaron a maquinar juntos. Ambos fueron artífices del Pacto por México, pues les correspondió encabezar las negociaciones con el equipo de Peña y los dirigentes de PRI y PRD para sacar adelante la agenda que sería la base para instrumentar las reformas de la presente administración.
18 años de militancia tiene Santiago Creel en el Partido Acción Nacional, al que se afilió en 1999.
Teníamos que tomar la determinación de cuándo podíamos llevar a cabo los acuerdos con el gobierno federal, en qué términos y en qué condiciones, porque tampoco podíamos dejar pasar las oportunidades de poder inyectar nuestra plataforma y nuestro pensamiento a las reformas”, asegura Creel, al señalar que las de telecomunicaciones, de energía y educativa son reformas de “diseño panista”.
Fue en esos meses que la experiencia de Creel —dos veces precandidato presidencial— y la juventud de Anaya —entonces, con 33 años de edad— se amalgamaron y dieron frutos a partir de 2015, cuando Anaya se convirtió en el líder nacional de Acción Nacional y llama a Creel para hacerse cargo de la Comisión Nacional de Elecciones.
43 años de edad tenía Creel cuando comenzó su carrera política, en 1997, al ser designado diputado federal plurinominal.
Con sus 63 años, Creel Miranda es el colaborador con más kilometraje entre el joven equipo compacto de Anaya, conformado por Damián Zepeda, secretario general del PAN; Fernando Rodríguez Doval, director de la Fundación Rafael Preciado y vocero del CEN del PAN; Juan Pablo Adame, exdiputado federal e hijo del exgobernador de Morelos, Marco Adame; Marko Cortés, coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados, y Fernando Herrera, líder de la fracción de Acción Nacional en el Senado de la República. Las alianzas corren por sus venas Santiago Creel es aliancista por naturaleza y por eso no es de extrañar que Ricardo Anaya lo tenga entre sus principales asesores, opina Humberto Aguilar Coronado, amigo cercano y estrecho colaborador de Creel desde que éste era consejero del IFE, en la década de los 90. Aguilar Coronado recuerda que uno de los artífices de la Alianza por el Cambio (PAN-Verde) con la que ganó Vicente Fox en el año 2000 fue operada por Creel, quien en ese año perdió la elección para jefe de Gobierno frente a Andrés Manuel López Obrador. Y en 1997, cuando el PRI pierde la mayoría en la Cámara de Diputados, Creel se convirtió en el articulador del llamado G-4, como se le llamó a la alianza de facto entre PAN, PRD, Verde y PT, que por primera vez se impuso a las decisiones de la fracción priista.
No tenemos en el PAN muchas experiencias de secretarios de Gobernación que hayan estado más de cinco años en el ejercicio del poder constante, de ver cómo se desarrolla el país. Eso es lo que aporta Santiago al equipo de Ricardo Anaya”, puntualiza Aguilar Coronado, exsenador de la República y consejero nacional del PAN durante 20 años.
Y añade: “En 2012, los que estuvieron para echar cohetes no estuvieron para recoger varas después de la derrota”. Uno de los que recogieron varas fue Santiago Creel, y por eso Gustavo Madero no reparó en integrarlo a su equipo de trabajo. Sin embargo, no todos los panistas tienen la misma percepción sobre la vocación aliancista de Creel. Juan José Rodríguez Prats, exlegislador e historiador del panismo, apunta que el exsecretario de Gobernación tiene una obsesión por negociar, “y eso es peligroso cuando se pierde de vista hasta dónde es posible negociar y qué temas no se pueden poner sobre la mesa. Eso es lo que le está pasando a mi correligionario”.
Sangre azul. Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle, Santiago Creel y Margarita Zavala.
El chiapaneco, autor de 11 libros sobre la doctrina del PAN, afirma que con el Frente Ciudadano por México se está en riesgo de desdibujar la esencia del panismo, pues se quiere ganar la elección de 2018 sin importar el precio. “Yo he recorrido el país y hay un gran malestar entre los panistas, porque se le está dando prioridad a los de afuera, no se sienten atendidos; estamos viendo que una cúpula está tomando decisiones que deberían implicar un proceso amplio de consulta interna”, dice, en alusión a la alianza con PRD y MC. Rodríguez Prats sostiene que la obsesión de Creel por negociar lo ha llevado a cometer errores garrafales. Se refiere a que, siendo titular de Gobernación, Creel permitió la creación de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), a la que calificó de “anticonstitucional”, pues es “un atentado contra el federalismo, desafió al gobierno de Vicente Fox y ahora está convertida en un organismo caro e inútil que sólo sirve para disfrazar el mal estado de las finanzas estatales”.
Contacto en Querétaro
La primera vez que Santiago Creel y Ricardo Anaya se vieron las caras fue a finales de 2005, cuando el exsecretario de Gobernación se encontraba en precampaña buscando la candidatura del PAN para la Presidencia de la República. Por aquellos días, Creel buscó al entonces gobernador de Querétaro, Francisco Garrido Patrón, para presentarle su proyecto. El encargado del enlace y quien recibió a Creel y su equipo de trabajo fue Anaya Cortés, un joven de 26 años que se desempeñaba como secretario particular del mandatario. Las familias Anaya y Garrido eran vecinas en el Club Campestre, un fraccionamiento exclusivo de la capital queretana, desde principios de los años 90, cuando el Joven Maravilla era un adolescente. Años después, ese vínculo le permitió a Ricardo Anaya buscar a Francisco Garrido cuando éste se convirtió en presidente municipal de la ciudad de Querétaro, en 1997, pues Anaya nunca dudó que estaba hecho para la vida política. Así lo demostró durante su vida en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde llegó a ser líder estudiantil. Compañeros de Anaya en la carrera de Derecho cuentan que la tozudez del dirigente panista era patente desde los primeros semestres, pues negociaba con los profesores que no le ponían un 10 de calificación. Se apostaba afuera de los cubículos de los docentes y ofrecía trabajos especiales con tal de no quedarse con un 8. Esa avidez por la política llevó a Ricardo Anaya a tomar una decisión de la que siempre evita hablar: afiliarse al PRI. Transcurrían los primeros meses en la UAQ, en 1996, cuando Anaya consultó con su grupo de amigos cuál era la mejor ruta para hacer carrera política. El Partido Acción Nacional no figuraba por esos años en Querétaro, por lo que la única opción era el tricolor. El gobernador era Enrique Burgos García y la figura queretana más prominente era Fernando Ortiz Arana, quien ya había sido presidente nacional del PRI. Anaya fue militante del PRI durante siete u ocho meses, periodo durante el cual participó activamente en asambleas partidarias. Sin embargo, el sorpresivo triunfo del PAN en las elecciones de 1997 alteró la brújula de Anaya, pues decidió destruir su credencial priista y fue a pedir una oportunidad en el panismo. Ignacio Loyola había derrotado a Ortiz Arana en la lucha por la gubernatura y Francisco Garrido se había quedado con la alcaldía capitalina. El PAN, que no estaba preparado para esos triunfos, de pronto necesitó reclutar personal para gobernar el estado y la ciudad. Anaya no lo pensó dos veces.
BC, su carta de presentación
Después de la derrota de Santiago Creel en su segundo intento por buscar la candidatura presidencial, en 2012; tras el descalabro de Josefina Vázquez Mota en los comicios presidenciales, y una vez planchado el Pacto por México, donde fue representante del PAN por encargo de Gustavo Madero, Creel se concentró en la disputa por la gubernatura de Baja California. Era la oportunidad de recomponer al partido y darle oxígeno después de una cadena de calamidades. Por eso Creel se hizo cargo personalmente de tejer una alianza con PRD, Nueva Alianza y un partido local, y de coordinar la campaña de Francisco Kiko Vega de Lamadrid, quien por tercera vez competía en un proceso interno para ser candidato del PAN. El oponente era Fernando Castro Trenti, abanderado del bloque PRI-Verde-PT-Encuentro Social que durante toda la campaña estuvo al frente en las encuestas.
Yo estuve encargado de los trabajos de la primera elección después de la derrota, que fue la de Baja California; estando 13 puntos abajo, remontamos las malas encuestas que traíamos y ganamos con Kiko Vega. Por eso digo que hay que ver los antecedentes de mi relación con Ricardo, porque, si no, pareciera que todo surge de la noche a la mañana. Y no es así, hubo trabajo de reconstrucción del partido y buenos resultados electorales de por medio”, afirma Creel en charla con ejecentral.
El logro del que más se ufana Anaya en sus dos años de gestión es que la ha arrebatado varias gubernaturas al PRI. En 2016 ganó siete de 12 plazas, entre ellas Veracruz, Durango y Tamaulipas, entidades que hasta entonces no conocían la alternancia. Y para 2017 se llevaron Nayarit. En todas esas medallas está la participación de Creel como constructor de alianzas, selección de candidatos y coordinación de campañas.
En la oposición a la Reforma Fiscal que planteó Peña Nieto, a mí me tocó coordinar muchas de las tareas con diputados federales para demostrar que era nociva para el país. Y en ese trabajo estuve muy en contacto con Ricardo Anaya, que era el coordinador de nuestros legisladores”, relata.
A Santiago Creel le tocó vivir de cerca la traición de Anaya hacia Gustavo Madero, en 2015, cuando el queretano rompió el pacto de que, una vez llegado a la presidencia del PAN, hacer a Madero coordinador de la bancada albiazul en la Cámara de Diputados. En su lugar fue colocado Marko Cortés Mendoza, quien fue el coordinador político de la campaña de Anaya rumbo a la dirigencia de Acción Nacional. Creel había sido parte del equipo de Madero, quien sólo duró un año como diputado federal, pues en octubre de 2016 pidió licencia para coordinar el gabinete del gobernador de Chihuahua, Javier Corral. Y al mismo tiempo Creel formaba parte del primer círculo de Anaya. Fuentes del PAN confiaron a ejecentral que Creel usó sus buenos oficios para acercar a ambos personajes y evitar una fractura insalvable. ¿Qué hay de verdad y qué hay de mentira en esa traición? –se le pregunta a Creel Miranda. —Han corrido litros de tinta sobre el asunto. La verdad es que hay una magnífica relación entre ambos, a tal punto que Madero preside, a propuesta de Anaya, la Comisión de Plataforma del partido. Además, Madero está trabajando muy de cerca en cuestiones del Frente Ciudadano, él está a cargo de la plataforma del partido que vamos a presentar en 2018, y como tal es nuestro representante en el Proyecto de País ante el frente. De modo que estamos trabajando muy de cerca y así va a continuar, y seguramente se va a fortalecer”.
La manufactura del Frente Ciudadano
El profesionalismo, la experiencia política y el respeto de propios y extraños son los atributos que han hecho de Santiago Creel una persona clave en el equipo de Ricardo Anaya y uno de sus consejeros más cercanos, opina Marko Cortés, líder de la bancada del PAN en San Lázaro. ¿El perfil negociador de Creel no contrasta con el estilo autoritario de Ricardo Anaya? –se le pregunta. —Yo no coincido con ese punto de vista sobre nuestro dirigente. Pero lo que sí te puedo decir es que, en política hay tiempo para todo: de pelea, de confrontación, de construir y de identificar coincidencias. Santiago Creel ha sabido desempeñar esas labores del quehacer político, ha respondido en la confrontación de ideas, en el debate, en la argumentación y en la construcción de acuerdos. Por eso está en el lugar donde está. El Frente Ciudadano por México y un futuro gobierno de coalición son ideas que tienen el ADN de Creel. Sin embargo, la manera de instrumentarlas y la indefinición de Ricardo Anaya sobre sus aspiraciones presidenciales han causado tensión al interior del panismo. Se le pregunta al diputado Cortés si ambos proyectos no le están resultando demasiado caros a Acción Nacional. Responde: “Yo diría que nos está saliendo bastante bien. Hay diversas encuestas donde el frente se coloca en primer lugar de las preferencias; hemos logrado generar confianza, sumar liderazgos sociales y hay una alta expectativa sobre lo que pasa con el frente. En contraste, José Luis Luege Tamargo, quien recientemente renunció al PAN, después de 29 años de militancia, afirma que la salida de integrantes de Acción Nacional y la rebeldía de algunos senadores panistas son muestra de “una falta total de operación política, diálogo y comunicación sobre los términos en que debió negociarse el frente opositor”. Luege Tamargo coordinó la campaña de Santiago Creel cuando intentó ser jefe de Gobierno del Distrito Federal, en 2000, por lo que le reconoce capacidad política y jurídica. Sin embargo, responsabiliza a Anaya y a su equipo de haber cooptado las facultades del Consejo Nacional, sobre todo en la instrumentación del Frente Ciudadano por México. “El partido ha perdido fuerza por estas decisiones tan centralizadas. Margarita Zavala, Ernesto Ruffo, Ernesto Derbez, Rafael Moreno Valle y Juan Carlos Romero Hicks se reunieron con Anaya y le pidieron definir el método para la selección del candidato, algo muy prudente si se considera que López Obrador lleva años de ventaja haciendo campaña. Pero Anaya no escuchó y ha estado jugando con doble cachucha, lo que está generando una tensión interna enorme. De eso también es responsable Creel, hay que decirlo”, sostiene el ahora precandidato independiente al gobierno de la CDMX.
La salida de Margarita
Desde la óptica de Creel, la salida de Margarita Zavala provocó tensión al interior del PAN, pero considera que el asunto está decantado entre los liderazgos del partido. “La gran mayoría –apunta— optaron por privilegiar la vida institucional del partido, por encima de una candidatura por más importante que ésta sea. La gran mayoría de los liderazgos formales del partido han reitera su adhesión al partido. ¿Quiénes son lo liderazgos del PAN? Quienes ejercen mando y poder político: los 12 gobernadores en funciones, los coordinadores parlamentarios, los principales alcaldes”. ¿La permanencia de Felipe Calderón en el partido no les causa ruido? —Hay que buscar la conciliación hasta donde sea posible. ¿Y por qué lo digo? Porque todavía no estamos en la contienda electoral. Aunque el proceso se haya abierto, en el caso de Margarita Zavala apenas se están buscando firmas. No llega a ser candidata todavía. Hay tiempos de abrir cauces de diálogo y hacer ver que el PAN debe estar por encima de cualquier liderazgo, por más importante que sea. Anaya sigue jugando en dos pistas. ¿Usted no le ha aconsejado tomar una definición? —Él no ha tomado una decisión de si busca o no una candidatura. Él tendrá que decidir en los tiempos y formas del partido y de acuerdo con la legislación electoral, que marca hasta finales de año para tomar esas decisiones. ¿Pero cuánto tiempo puede resistir Anaya las presiones, el desgaste del partido, las muestras de inconformidad con su indefinición? —Mira, las etapas previas a la contienda electoral son de enorme tensión al interior de los partidos, no sólo del PAN. Ricardo tiene que saber manejar estas presiones de corto plazo, porque estas decisiones se tienen que tomar en los próximos 40 días. En la medida que pasan los días, se van a ir acumulando esas presiones, pero va a llegar un punto en donde, una vez resueltas, esa olla exprés se despresuriza, y entonces todos los esfuerzos se concentran en la elección, en la competencia hacia afuera. Hasta antes de que se tome esa decisión, claro que hay competencia hacia adentro y todas las estructuras partidistas están crujiendo. En caso de que el Frente Ciudadano por México cuaje y gane la elección presidencial, Creel estaría ante la posibilidad de cristalizar uno de sus mayores sueños políticos: crear un gobierno de coalición que transforme el sistema político actual, detonando un régimen semiparlamentario, con la figura del jefe de Gabinete. Los entrevistados consideran que Creel sería el arquitecto de ese ejercicio político y lo ven muy presente en el diseño institucional del gobierno de coalición, y en la asignación de cargos para los partidos que forman parte del bloque opositor. Moneda en el aire. Santiago Creel confía en que el tribunal electoral le de la victoria al PAN en Coahuila, cuya elección aún está pendiente de ser validada. Fue durante la transición —entre julio y diciembre de 2012— cuando Ricardo Anaya, entonces subsecretario de Turismo en el gobierno de Felipe Calderón, y Santiago Creel, como parte del staff de Madero, comenzaron a trabajar juntos. Temáticas. Mientras Creel fue Secretario de Gobernación se debatieron asuntos como los conflictos electorales de Tabasco y Yucatán, los permisos en el área de juegos y sorteos y surgió la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Mancuerna. La relación de Creel con Anaya se forjó desde 2012 y se consolidó en 2015, cuando el primero fue nombrado presidente de la Comisión Nacional de Elecciones del PAN. Amistad. Santiago Creel Garza Ríos (en el círculo) mantiene una estrecha amistad con Martín Fuentes (extrema izquierda), apoderado legal de El Palacio de los Números.