En la Ciudad de México el riesgo de mortalidad por Covid-19 creció alrededor de 6.8% por cada día que los pacientes pasaron sin ingresar al hospital. Además, durante el 2020, el número de días en que los pacientes tardaron en ingresar al hospital desde el inicio de sus síntomas fue superior al promedio mundial.
Estas son dos de las conclusiones a las que llegó un estudio observacional retrospectivo en el que se consideraron los datos de 286 mil 20 pacientes con Covid-19 confirmada, atendidos en 688 unidades ambulatorias y hospitales en la capital del país, entre el 24 de febrero de 2020 y el 24 de diciembre de 2020.
El estudio fue elaborado en coautoría por investigadores de la Facultad de Medicina de la UNAM, la Escuela Superior de Medicina del IPN y los institutos nacionales de Cardiología y Geriatría fue publicado el pasado viernes en la revista Epidemiology & Infection, y detectó que los adultos mayores tardaron, en general, más tiempo en hospitalizarse que los más jóvenes, salvo en el caso de los mayores de 80 años.
Para las personas infectadas con Covid-19, la hospitalización tardía y el ingreso a una unidad de cuidados intensivos y ventilación mecánica es un factor de riesgo de muerte, independiente de otros factores. Esto es especialmente cierto para los adultos mayores, pues se ha observado que con Covid-19 grave, la disminución de la carga viral es más lenta que en los jóvenes.
Cabe recordar que entre las recomendaciones iniciales de la Secretaría de Salud estaba no ir a los hospitales a menos que los síntomas fueran graves.
Para explicar sus resultados, los investigadores señalan en el documento que, por un lado, la enfermedad en los pacientes mayores experimentan períodos de incubación más prolongados y retrasos desde el inicio de los síntomas hasta que se obtiene un resultado positivo de la prueba PCR.
Por otra parte, “la atención médica tardía en la capital podría reflejar deficiencias estructurales en el sistema de salud que llevan a los pacientes a buscar atención más tarde”, explican.
Tardía atención. Podría reflejar deficiencias estructurales en el sistema de salud.