El reciente bombardeo de Israel a un campo de refugiados en la franja de Gaza exacerbó las tensiones, y en respuesta, Bolivia se convirtió en el primer país latinoamericano en romper relaciones diplomáticas con Israel.
Estamos remitiendo esta comunicación oficial al Estado de Israel, en la cual conocemos nuestra decisión de romper relaciones diplomáticas”, fue el mensaje de María Nela Prada, ministra de la presidencia boliviana.
“Igualmente, exigimos el cese de los ataques que ya han provocado hasta ahora miles de víctimas fatales civiles y el desplazamiento forzado de palestinos”, puntualizó.
El gobierno israelí no se ha pronunciado al respecto, pero representantes del grupo Hamás reconocieron la decisión, y expresaron su “gran estimación” por Bolivia.
Asimismo, otros países latinoamericanos apoyaron la decisión del presidente boliviano Luis Arce Catacora. En redes sociales, Gustavo Petro, presidente de Colombia y uno de los primeros en alzar la voz contra Israel por los abusos contra la población palestina, señaló que llamará a consulta a su embajadora en dicho país. “Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá”, publicó.
Otro de los que se levantó a favor de los miles de civiles bajo asedio fue Gabriel Boric, presidente de Chile, quien dijo que también llamará a consultas a su embajador en Israel. El mandatario acusó que bajo las órdenes del primer ministro Benjamin Netanyahu, se han cometido violaciones inaceptables del Derecho Internacional Humanitario, y condenó lo que considera un castigo colectivo a la población civil palestina en Gaza.
De una opinión parecida fue Luiz Inacio Lula da Silva, presidente de Brasil, quien recordó los miles de niños palestinos muertos por bombardeos israelíes. “Me entristece ver morir a tres mil niños en la Franja de Gaza en una guerra que no reivindicaron. ¿Y los irresponsables que hicieron la guerra ahora están de luto por la muerte de estos niños? ¿Sienten el peso de las cosas? Estamos presenciando, por primera vez, una guerra en la que la mayoría de los muertos son niños. Nadie asume la responsabilidad y ni siquiera hemos podido presentar una carta de la ONU convincente para el alto el fuego. ¡Deténganse! ¡Por el amor de Dios, deténganse!”, fueron sus palabras.
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