Crece incertidumbre en el caso Ayotzinapa

En medio de la compleja situación que envuelve la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta nuevos obstáculos que han incrementado la incertidumbre y podrían complicar aún más la búsqueda de la verdad y la justicia en el caso.

Y es que, en las últimas semanas diversos hechos han agudizado las diferencias que mantienen los padres y madres de los estudiantes desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, sus representantes legales, y el gobierno del presidente López Obrador, quien en días recientes volvió a cuestionar a los familiares de los normalistas y su desconfianza hacia el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

“Ya no les tengo yo confianza a los del GIEI (…) ¿Qué quieren?, ¿qué buscan?, ¿que nunca sepamos nada?, ¿que no se detenga a nadie?, ¿qué me tengan a mí como rehén? No, no. Yo siempre he luchado por la defensa de los derechos humanos y por la justicia, y no soy rehén de nadie”, acusó el mandatario en su conferencia del pasado 11 de enero, al señalar la negativa de los familiares de los normalistas en aceptar los archivos que el Ejército les ha entregado sobre el caso.

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Sin embargo, en una conferencia convocada ese mismo día, tras una fallida mesa de diálogo de los familiares de los normalistas de Ayotzinapa con autoridades federales en la Secretaría de Gobernación, a nombre de los padres y madres de los jóvenes, su abogado Vidulfo Rosales acusó al gobierno de recurrir a “artimañas” y “trampas” y acusó al presidente López Obrador de buscar desviar la atención, descalificar a las organizaciones internacionales y dividir a los padres de los estudiantes desaparecidos.

“El presidente hoy en día está desviando la atención, lejos de dar la información que tiene la obligación de entregarla, lo que está haciendo es descalificarnos, intenta medrar y dividir a los padres de familia a través de esta estrategia de decir que nosotros ahora somos responsables”, reviró, Vidulfo Rosales.

Aumenta desconfianza

Un hecho que reavivó las dudas y la desconfianza del presidente Andrés Manuel López Obrador entorno a la intervención de organismos internacionales en el caso Ayotzinapa, fue la liberación en Estados Unidos de Pablo Vega Cuevas, alias “El Transformer”, líder de Guerreros Unidos, considerado pieza clave para conocer el paradero de los normalistas.

Al respecto, el mandatario reiteró sus señalamientos de desconfianza en contra de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) e informó que investigaría su probable intervención en la liberación de dicho líder criminal, tras haber pagado una fianza de 200 mil dólares.

“Todos estos casos, por ejemplo, hay que revisarlos con calma, porque se metió este organismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y no le tengo nada, nada, nada de confianza, como a otras organizaciones supuestamente defensoras de derechos humanos. Y no tengo confianza porque tengo pruebas, dejaron en libertad a quienes habían participado en la desaparición de los jóvenes”, subrayó el mandatario para señalar que aunque el caso se enredó “de manera deliberada”, mantiene el compromiso de continuar con la investigación.

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