En apenas siete meses de observación, investigadores que utilizan el Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI, por sus siglas en inglés) han creado el mayor y más detallado mapa en 3D del Universo. El proyecto apenas lleva el 10% de avance, y es una colaboración científica internacional administrada por el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab) del Departamento de Energía de Estados Unidos (que aporta la mayor parte del financiamiento). Los primeros resultados se presentan esta semana en un seminario web organizado por Berkeley Lab llamado CosmoPalooza.
“En la distribución de las galaxias en el mapa 3D, hay enormes cúmulos, filamentos y vacíos. Son las estructuras más grandes. Pero dentro de ellos, encuentras una huella del Universo muy primitivo y la historia de su expansión desde entonces”, comentó en el seminario Julien Guy, del Berkeley Lab.
La construcción de DESI comenzó en 2015 en el telescopio Nicholas U. Mayall en el Observatorio Nacional Kitt Peak cerca de Tucson, Arizona, y a finales de 2019 empezó su fase de pruebas y validación, pero debido a la pandemia de coronavirus estuvo cerrado durante varios meses. En diciembre de 2020, se siguió con el hardware y software del instrumento, y en mayo de 2021 estaba listo para comenzar sus observaciones científicas.
DESI es operado por cinco mil robots que posicionan las fibras ópticas con una precisión de 10 micrómetros, lo que permite recoger la luz de las galaxias a miles de millones de años luz de distancia.
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El instrumento es un espectrómetro, lo que quiere decir que descompone la luz que recibe en los colores que la componen, lo que permite determinar las velocidades a las que las millones de galaxias se alejan de la Tierra (mientras más rápidas, más se corren sus colores hacia el rojo y en general eso implica que están a mayor distancia de la Tierra).
La expansión del Universo, cuya velocidad va creciendo, estaría guiada por la inercia del Big Bang que le dio origen y por una forma misteriosa de energía a la que se ha llamado “oscura” y que se calcula ocupa el 70% del contenido del Universo.
En sentido contrario actúa la gravedad, que ha agrupado las galaxias en una estructura denominada “telaraña cósmica”, en la cual coexisten desde densos cúmulos hasta filamentos de galaxias con espacios vacíos.
El objetivo científico de los investigadores de DESI es medir la huella de las ondas de energía oscura en el plasma primordial, y son los primeros sorprendidos en estar lográndolo. “Es asombroso que podamos detectar el efecto de estas ondas miles de millones de años después, y tan pronto en nuestra encuesta”, agregó Guy.
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