Normalistas fueron arteramente ultimados y desaparecidos: Encinas
Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, dijo que existe un acoso judicial que afecta su trabajo y que evita conocer el paradero de los normalistas
Sin la presencia de los padres de los normalistas desaparecidos y sus representantes legales, Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, presentó presentó el segundo informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj).
Durante la presentación, el subsecretario declaró que las investigaciones apuntan a que a los estudiantes de Ayotzinapa los entregaron en manos de criminales quienes los ultimaron y desaparecieron.
“No hay indicios que nos permitan suponer que los estudiantes (de Ayotzinapa) se encuentran con vida y que por el contrario, todo indica que fueron arteramente ultimados y desaparecidos”, declaró.Además, reiteró los vínculos del grupo criminal Guerreros Unidos con las fuerzas de seguridad en el estado de Guerrero.
Según Encinas, la DEA, la agencia estadounidense de combate al narcotráfico, pudo corroborar estos vínculos a través de intervenciones en las vías de comunicación. El subsecretario enfatizó que todas las afirmaciones presentadas tienen fuentes verificables y son judicializables, estando en manos de la Fiscalía General de la República (FGR).
El informe revela que incluso elementos del Ejército nacional estaban involucrados en esta red de complicidad. Además, se ha confirmado que las autoridades de los tres niveles de gobierno estaban al tanto de las actividades de la Normal de Ayotzinapa meses antes de los trágicos sucesos.
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El informe se basa en una amplia variedad de fuentes, incluyendo declaraciones en expedientes de la FGR, documentos de la Sedena, levantamientos en campo, documentos del Gobierno estatal y testimonios, entre otros materiales. Encinas destacó los esfuerzos por obtener el mayor número de intervenciones de comunicaciones realizadas por la Sedena.
El subsecretario resaltó que a través de la investigación no se encontraron vínculos entre los normalistas y grupos delictivos. Afirmó que la desaparición de los 43 normalistas fue “un crimen de Estado” que se gestó desde lo más alto, bajo la presidencia de Enrique Peña Nieto, quien presidió la construcción de la llamada “verdad histórica”, según Encinas representa una segunda desaparición de los estudiantes debido a las omisiones de las autoridades y la manipulación de evidencia.
Finalmente, el informe presenta tres hipótesis sobre el motivo de la desaparición de los normalistas, las cuales podrían no ser excluyentes entre sí: una confusión de Guerreros Unidos respecto a la presunta infiltración de “Los Rojos” entre los estudiantes, la intención de dar un escarmiento a los estudiantes tras protestas y destrozos en el palacio municipal, y la posibilidad de trasiego de drogas o presencia de sustancias ilegales en los autobuses tomados por los normalistas.
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