El lunes 18 de mayo de 2020, autoridades de salud federal arrancaron el proceso de regreso a la nueva normalidad con la apertura a todas las actividades en 324 demarcaciones a las que llamaron “municipios de la esperanza”, por ser zonas libres de contagio. Servirían como punta de lanza para revertir los estragos causados por el nuevo coronavirus. Diez meses después, todas estas localidades fueron alcanzadas por la pandemia y no queda ni una que cumpla con los requisitos del programa.
La última en desaparecer de esta lista fue San Bartolomé Zoogocho, localidad de la sierra de Oaxaca, que permaneció como municipio de la esperanza hasta el día de hoy, cuando un caso de Covid-19 se confirmó en la comunidad vecina de San Andrés Solaga, que también era parte de este programa hasta mediados de diciembre, cuando se perdieron al menos otras 15 demarcaciones de este estado.
Durante la primera semana de operación de este programa se perdieron 140 municipios de la esperanza, un ritmo que se mantuvo durante el primer mes, que finalizó con 251 demarcaciones menos que las contempladas en un inicio. Esto significó una pérdida del 77.4% del total de estas zonas, que en su mayoría fueron catalogadas con un grado de vulnerabilidad crítica frente a la pandemia, lo que complicó su situación.
Según datos de la Dirección General de Epidemiología (DGE) el 96.04% de los municipios del país han registrado al menos un caso positivo a Covid-19 desde que inició la crisis sanitaria, lo que deja a 98 localidades libres de contagio hasta el momento, pero ninguna es ya del grupo de la esperanza.