Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, dos de los principales prospectos de Morena para la sucesión presidencial de 2024, fueron elogiados este martes en la conferencia mañanera por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, sus cartas de presentación no son las mejores.
Al mismo tiempo que el mandatario expresaba el cariño y la confianza que les tiene tanto a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México como al secretario de Gobernación, la organización World Justice Project (WJP) divulgó su Índice de Estado de Derecho 2021-2022, donde la capital del país y Tabasco (entidad gobernada por López Hernández del 1 de enero de 2019 al 26 de agosto de 2021) salen mal parados.
En 2018, un año antes de la llegada de Sheinbaum al gobierno, la Ciudad de México tenía un puntaje de 0.40 en el factor de “límites al poder gubernamental”, de 0.51 en “derechos fundamentales”, de 0.31 en “orden y seguridad”, de 0.35 en “justicia civil” y de 0.32 en “justicia penal”.
Después de más de tres años de gobierno, los cinco factores (de ocho que integran el índice) están en su peor nivel, con puntajes de 0.38, 0.47, 0.27, 0.31 y 0.29, respectivamente.
De acuerdo con el reporte del WJP (que mide las funciones de gobierno en una escala de 0 a 1, donde 0 es peor y 1 es mejor), la Ciudad de México se ubica en los últimos cinco lugares a nivel nacional en seis de los ocho factores que mide la herramienta: límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción (donde ocupa la antepenúltima posición, sólo superada por Morelos y el Estado de México), orden y seguridad, cumplimiento regulatorio (sólo por arriba de Chiapas), justicia civil y justicia penal.
Este martes durante la conferencia celebrada en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, sede del gobierno capitalino, y en presencia de Sheinbaum y López Hernández, el presidente López Obrador volvió a tocar el tema de los “tapados”. Dijo que esa etapa es parte del pasado y celebró que en la actualidad los funcionarios públicos digan abiertamente si aspiran a ser candidatos presidenciales.
Al preguntarle si la jefa de Gobierno es su consentida, el mandatario respondió: “Yo la quiero mucho, la quiero mucho a Claudia”. Y para no herir susceptibilidades miró al secretario de Gobernación y agregó: “Y a Adán, imagínense, es mi paisano… Y Marcelo… está haciendo un trabajo de primera”.
Pero los números del exgobernador de Tabasco tampoco son alentadores. De los ocho factores que mide el WJP, el gobierno de Adán Augusto López cayó en seis y se mantuvo estable en dos respecto de 2018, año previo a su llegada al poder.
Los descensos más ostensibles en Tabasco fueron en “límites al poder gubernamental” (de 0.41 a 0.39), “ausencia de corrupción” (de 0.36 a 0.33), “orden y seguridad” (de 0.28 a 0.25) y en “cumplimiento regulatorio” (de 0.34 a 0.30).