Desde hace algún tiempo se sabe que existe una relación entre padecer ciertos trastornos del tracto gastrointestinal y la aparición de la enfermedad de Alzheimer más adelante en la vida; ahora una investigación detectó bases genéticas en común para ambos padecimientos y que controlar los niveles de colesterol puede ayudar en su tratamiento y prevención
El estudio, encabezado por Emmanuel Adewuyi del Centro de Medicina de Precisión de la Universidad Edith Cowan, analizó datos genéticos de alrededor de 400 mil personas de diversos trastornos intestinales y de la enfermedad de Alzheimer, y se descubrió que tienen varios genes en común.
El director del Centro de Medicina de Precisión y supervisor del estudio, Simon Laws, dijo en un comunicado que estos hallazgos “brindan más evidencia para respaldar el concepto del eje ‘intestino-cerebro’, un vínculo bidireccional entre los centros cognitivo y emocional del cerebro y el funcionamiento de los intestinos”.
La idea de que existe una fuerte conexión entre el cerebro y el intestino se ha consolidado desde hace algunos años, e incluso hay quienes se refieren al intestino como “el segundo cerebro” por el elevado número de neuronas que tiene.
Lee también: Covid causa alteraciones similares al Alzheimer
Laws aclara que el estudio encontró que hay factores genéticos en común entre los padecimientos, no que los trastornos intestinales causen la enfermedad de Alzheimer o viceversa.
Uno de los descubrimientos más relevantes de la investigación, que se publicó ayer en la revista Nature Communications Biology, es que se demostró que los niveles anormales de colesterol son un riesgo tanto para la enfermedad de Alzheimer como para los trastornos intestinales.
Adewuyi explica que “existe evidencia de que el colesterol alto puede transferirse al sistema nervioso central, lo que resulta en un metabolismo anormal del colesterol en el cerebro”, pero que se necesitan más estudios al respecto.
Sus resultados también sugieren que los medicamentos para reducir el colesterol podrían ser terapéuticamente beneficiosos para tratar tanto los trastornos intestinales como el Alzheimer.