Aunque México ha logrado “avances significativos” contra las prácticas de tortura, todavía falta mucho por hacer. Así lo sostuvo este martes el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas.
Durante el lanzamiento de la Estrategia Nacional contra la Tortura, Encinas recordó que, durante muchas décadas, la tortura se convirtió en una práctica cotidiana muchas veces relacionadas con las instituciones públicas.
“Si revisamos todas las estadísticas en materia de tortura, es la policía municipal, estatal y los propios agentes ministeriales donde recae el mayor número de quejas y denuncias de esta práctica”, aseguró.
El funcionario dijo que la estrategia tiene como objetivos principales la prevención del delito y la atención a las víctimas; y refirió que es una de las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues, dijo, se busca demostrar que en este gobierno “no se tortura absolutamente a nadie”.
Sin embargo, Encinas también reconoció que falta camino por recorrer.
Esfuerzo interinstitucional
Durante su intervención, Encinas advirtió que el programa de prevención y erradicación de la tortura le corresponde elaborarlo, publicarlo e implementarlo a la Fiscalía General de la República (FGR). Aunque aseguró que han trabajado en conjunto en ello, pero lamentó que aún no está listo.
“Se trata de un esfuerzo interinstitucional muy importante que parte del principio de entender que el fenómeno de la
tortura
requiere de una acción enérgica, coordinada, integral y transversal de las instituciones del Estado mexicano para erradicarla”, manifestó.
Adicionalmente, reconoció la participación de distintas ONG, por lo que recordó que están abiertos al escrutinio, a la cooperación internacional y a ser acompañados durante el combate a la tortura con la sociedad.
Cabe destacar que la tortura es un delito que no prescribe y se persigue de oficio en México. RM
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