Tras dos noches consecutivas de enfrentamientos entre la policía y manifestantes, miles de personas se congregaron este sábado en las calles de Hamburgo, Alemania, con el objetivo de protestar contra la cumbre del Grupo de los 20. Según los organizadores de la marcha principal, se movilizaron a miles de policías para vigilar a las cerca de 76 mil personas participaron sosteniendo carteles con mensajes como “No G20", con lo que esperaban demostrar que una manifestación pacífica era posible luego de la violencia vivida el jueves y viernes, cuando algunos inconformes quemaron coches. La canciller alemana, Angela Merkel, esperaba que las protestas mostraran a los líderes de otras naciones del G20, donde las marchas son canceladas, que una democracia próspera puede resistir la crítica pública y la disidencia.
Sin embargo, después de la primera noche de violencia en Hamburgo, condenó dicha situación y tuvo que explicar por qué las calles de esa ciudad a veces parecen una zona de guerra. “Tengo plena comprensión por la protesta pacífica, pero las manifestaciones violentas son una amenaza para la vida humana (...). No es aceptable”, aseguró. Las autoridades informaron que más tarde, alrededor de mil 500 anarquistas vestidos de negro irrumpieron las vialidades del distrito de Schanzen. El grupo saqueó tiendas, y prendió fuego a coches y latas de basura durante varias horas. De acuerdo con información de The New York Times, se llamó a una unidad de élite de fuerzas especiales para sofocar la violencia hasta que ya había un daño extenso.
Respecto a los acontecimientos de la noche del viernes, la policía informó que arrestaron a 43 personas y que otros 96 permanecieron detenidos en espera de una investigación. Asimismo, confirmó que 213 oficiales resultaron heridos; mientras que los activistas reportaron varias lesiones entre los manifestantes, dos de ellos fueron hospitalizados. “Lo que pasó anoche no tiene nada que ver con las críticas legítimas”, indicó Massimo Gugliotta al diario estadunidense mientras examinaba escombros calcinados en el distrito de Schanzen el sábado. “Quienquiera que hiciera esto sólo estaba usando la idea de protesta como excusa para la violencia”, agregó. The New York Times publicó que las principales calles de Hamburgo fueron bloqueadas para permitir a los líderes mundiales ir a regresar a las reuniones programadas a lo largo de la cumbre del G20. No obstante, residentes de la ciudad, perturbados por los acontecimientos, deseaban mostrar que las protestas legítimas podrían ser pacíficas y efectivas. La policía precisó que este sábado por la mañana un contingente de 12 mil personas apelaba por el tema “Solidaridad en lugar de G20". El legislador del Partido de Izquierda, Jan van Aken, organizó la manifestación junto con el Consejo de Refugiados de Hamburgo, los ambientalistas locales y el Partido Comunista. En su cuenta de Twitter, @jan_vanaken, publicó un mensaje donde llamó a la gente a sumarse a las masas para enviar una señal contra el G20 contra la escalada y la violencia sin sentido. https://twitter.com/jan_vanaken/status/883573251095617537 Mientras tanto, en otra parte de la ciudad alemana, líderes eclesiásticos y su comunidad se unieron a políticos locales de las fuerzas centrales de Hamburgo, a fin de organizar un movimiento que proclamaba “Hamburgo muestra actitud”. “Estamos hartos del sistema” perpetrado por el Grupo de los 20, aseguró a The New York Times el escritor Michael Schmidt, de 80 años de edad, quien figuraba entre los manifestantes y viajó desde Múnich a Hamburgo con su hijo. Además, denunció al periódico la falta de cuestionamiento del sistema capitalista, así como la irresponsabilidad social y ecológica. (Con información de The New York Times. Foto: Christophe Gateau / dpa / AFP). KT /zdh