La exposición a contaminantes atmosféricos puede elevar la mortalidad por Covid-19, refiere una investigación publicada en el número más reciente de la revista Salud Pública de México.
En este estudio se encontró que existe una asociación entre las concentraciones crónicas de contaminantes atmosféricos y un incremento en las tasas de mortalidad por el nuevo coronavirus”, concluye la investigación coordinada por Ángel Arturo Cabrera, del Programa Multidisciplinario de Posgrado en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
“Según los resultados presentados, las concentraciones de NO2 (dióxido de nitrógeno) son las que contribuyen de manera más significativa a esta asociación”, agrega el estudio realizado en 25 ciudades del país.
El estudio refiere que entre el 1 de abril de 2019 y el 30 de junio de 2020, las ciudades con mayores concentraciones de NO2 fueron cuatro urbes de Guanajuato (Celaya, León, Salamanca, y Silao), así como la Ciudad de México, Mexicali, Oaxaca y Toluca, con registros superiores a 25 microgramos por metro cúbico (mg/m3).
Consecuentemente, estas mismas ciudades presentaron tasas de mortalidad por Covid-19 superiores a los promedios estatales.
De acuerdo con el estudio, el NO2 es liberado al ambiente como producto de la combustión incompleta en motores de vehículos, procesos de combustión de carbón, petróleo y gas natural.
Como es conocido, la exposición a este contaminante se encuentra relacionada con un incremento en riesgo de mortalidad por afecciones respiratorias y cardiacas, principalmente en ciudades altamente pobladas, con alta actividad industrial y vehicular”, apunta el texto.
Respecto a las partículas suspendidas en el aire, la investigación señala que las PM 2.5 (partículas menores a 2.5 micras), que son invisibles al ojo humano y son capaces de entrar a los pulmones, tienen una incidencia en la mortalidad por la nueva enfermedad, aunque no tan significativa como el dióxido de nitrógeno.
Las ciudades con mayor exposición a estas partículas son Tijuana, Toluca, Nogales, Monterrey, Ciudad de México, León, Salamanca y Silao, con volúmenes superiores a 10 microgramos por metro cúbico.