El domingo 23 de abril la conversación en redes sociales se vio alterada sin esperarlo. Aunque desde las primeras horas del día comenzaron a circular rumores de un posible desvanecimiento, fue alrededor de las 3:00 de la tarde, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador cimbró las redes al anunciar su tercer contagio de Covid-19. Las horas pasaban y no había más información del Presidente, pero en Yucatán los medios aseguraban que el desvanecimiento ocurrió por un posible preinfarto, y en el país aumentó la incertidumbre.
Hubo una reunión de gabinete y de gobernadores de Morena, pero en ningún caso López Obrador había aparecido. Incluso la especulación crecía tras el primer informe médico oficial, en el que se confirmó el contagio del virus del SARS-CoV-2; también se reveló que tuvo un examen minucioso de tórax, lo que alimentaba el rumor del posible infarto.
En redes sociales, desde el primer momento comenzó a haber reacciones que alcanzaron a casi 87.5 millones de personas, con casi medio millón de menciones en Twitter y 99 mil en Facebook.
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La enfermedad dividió a los usuarios casi a la mitad: el 56 % estaba a favor y el 44 % reaccionaba en contra.
Entre los usuarios a favor se promovió el hashtag #FuerzaPresidente para desear pronta recuperación de su contagio de Covid-19; mientras que la conversación negativa se inclinaba hacia un cuadro de salud más grave del mandatario y apoyaban la idea de infarto. Sin embargo, la idea de que López Obrador hubiera sufrido un infarto llevó a los internautas a idear escenarios catastróficos y especular sobre lo que pasaría en caso de que su salud empeorara.
También cuestionaron la falta de organización en el gabinete de López Obrador por la falta de información que ofrecían sobre la salud del mandatario y por la dependencia que muestran para la toma de decisiones en Palacio Nacional.
Otro de los cuestionamientos fue que, desde inicios de su gobierno se pidió al Presidente hacer públicos los reportes de su salud, pero hasta ahora no ha cumplido, por lo que lo acusaron de mentir en cuanto a sus enfermedades. Pero la incertidumbre y especulaciones terminaron la tarde del miércoles, cuando publicó un video de 18 minutos, en el se ve cómo recorre la exposición “La Intendencia de la Traición” en Palacio Nacional.
Habló de salud y reconoció que sí hubo un desvanecimiento en Mérida, pero negó rotundamente haber sufrido un infarto, y criticó a quienes, dijo, realizaron una campaña de odio y desinformación. Este acontecimiento también fue celebrado por usuarios de redes sociales, y los mensajes ahora eran a los considerados opositores de la 4T, que dejaran de difundir rumores sobre la salud del presidente López Obrador.
Usuarios usaron el hashtag #FuerzaPresidente para desear pronta recuperación al mandatario. Mencionan que únicamente tiene un cuadro leve de Covid-19.
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