La cifra fue denunciada por Save the Children, una organización benéfica británica que detalló que en los 18 meses del conflicto, el periodo más crítico fue durante junio de este año, mientras que los ataques aéreos y con drones se triplicaron este verano.
En su más reciente informe, Save The Children señaló que mil 680 menores fueron víctimas de la guerra desde que inició, mientras que 148 niños y niñas murieron o resultaron heridos desde mayo de este año. De los casos de los menores fallecidos, 24 de ellos tuvieron lugar este verano.
Para ejemplificar la gravedad del aumento de ataques contra población civil, el organismo detalló que de enero a abril se produjeron 459 ataques aéreos y de aviones no tripulados, una cifra que ascendió a mil 432 entre el 1 de mayo y el 4 de agosto. Aproximadamente el 95 % de estos ataques se produjeron en zonas pobladas.
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Al respecto, Amjad Yamin, director de Incidencia Política de Save the Children en Ucrania, profundizó en los ataques aéreos sobre población civil. “Esto sirve como un sombrío recordatorio de que las armas explosivas no deben utilizarse cerca de zonas pobladas, como ciudades y pueblos”, dijo.
Entre los ataques más mortíferos, Save The Children recordó el ocurrido el 31 de julio, en el que un misil alcanzó un bloque de apartamentos en Kryvyi Rih, al sur de Dnipro. La ofensiva sin provocación acabó con la vida de más de 80 personas, entre las que se cuenta una niña de 10 años. La agresión también acabó con al menos 250 viviendas.
Otro de los ataques más mortales fue el 11 de agosto. Un misil impactó en el jardín trasero de un domicilio particular, matando casi al instante a una familia de cuatro miembros entre los que se contaba un niño de 12 años y una niña de sólo 23 días.
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