La estimación del consumo privado durante noviembre y diciembre podrían haber tenido una desaceleración, contrario al comportamiento de los últimos dos años que en el mismo periodo se expandió, anticipa en su medición el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según la dependencia, en ambos meses se tuvo una contracción de 0.4 %, pese a ser de los de mayores ventas por cierre de año y donde los hogares y empresas gastan una suma considerable en obsequios y que las familias dedican a hacer arreglos y modificaciones a sus casas lo que representa más dinero, además de que se integra “El Buen Fin”.
El consumo privado considera todo el gasto que hacen las familias y empresas en bienes de uso final, como estufas, coches, ropa, equipos, y un largo etcétera, que son parte medular de la expansión económica de cualquier país.
De acuerdo con el Inegi, el escenario pesimista puede empeorar, ya que en lugar de los niveles puntuales que ha calculado, podrían ampliarse a caídas de 2.2 % para noviembre y de 2.0 % para diciembre. Sin embargo, también calcula que pueda darse un escenario optimista en el que los meses hayan crecido 1.4 y 1.2 %, respectivamente.
A pesar de que en términos anuales se tienen cifras alentadoras, el debilitamiento del cierre del año puede ser la antesala de una dura cuesta de enero.
Comparado con hace un año, es decir, cifras anuales, en noviembre se podría haber avanzado 4.4 % puntual, aunque sus propios números también consideran que pudo haber crecido sólo 2.4 % de manera conservadora. Sin embargo, también estima que pueda haber sido de una expansión de 6.3 %, como el escenario más optimista.
Asimismo, para diciembre, el crecimiento del consumo habría sido de
2.5 %, pero podría estar en una banda de 0.9 y hasta 4.2 %, este importante indicador que mide el comportamiento del mercado interior.
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