La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador presumió que la política pública de su gobierno evitó una crisis de consumo. Sin embargo, hoy el Inegi mostró que en enero el consumo privado disminuyó 7.1% en términos reales y con ello se acumulan 11 descensos consecutivos, los cuales se convierten en la peor crisis de la historia.
Si bien, en el historial estadístico del Inegi —que data de 1993— se muestran tres grandes periodos de contracción (11 meses: febrero a diciembre de 1995; 14 meses: octubre 2008 a noviembre de 2009; 11 meses: marzo de 2020 a enero de 2011), el registrado con Andrés Manuel López Obrador es el de mayor impacto.
La variación promedio de los meses en contracción es de 5.3%, 5.7% y 12.6%, respectivamente. Pero además, es de mayor dimensión porque en enero de 2021 la población fue de 127.1 millones de mexicanos, eso es 35.8 millones más que al final de la crisis de consumo en 1995 y 19.9 millones de pobladores más respecto a noviembre de 2009.
Según el Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM), el consumo representa el 66% del Producto Interno Bruto (PIB).
En su mensaje de los “Primeros 100 días del Tercer Año de Gobierno”, del 30 de marzo pasado, López Obrador presumió “las decisiones que tomamos de destinar más presupuesto para el bienestar y entregar estos apoyos de abajo hacia arriba, con lo que evitamos una crisis de consumo”.
›Para 2021, según la economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller, el consumo privado crecerá “alrededor de 6.8%, tras la caída de 11% de 2020. Si el pronóstico se materializa, el consumo privado de México se ubicaría en diciembre 2021 en los mismos niveles observados en diciembre de 2016”.
Para Siller, en este mes (abril) es cuando se estará reactivando, en términos reales, el gasto de los hogares para la compra de bienes y servicios de consumo nacional como importado. Vale recordar que la variable en cuestión, excluye la adquisición de viviendas u objetos “valiosos”.