En apego al protocolo aprobado, la mayoría de comunidades yoreme-mayo se sumó a la consulta indígena de este fin de semana para decidir la edificación de una planta de fertilizantes en Sinaloa, en 12 de las 13 asambleas respaldaron el proyecto que estima una inversión de 5 mil 500 millones de dólares.
Sólo una de las dos asambleas realizadas en Juan José Ríos se pronunció en contra, mientras que en Lázaro Cárdenas, Paredones y Ohuira, aún está pendiente el inicio del proceso, ya que requirieron que las asambleas informativas comiencen el mes próximo para posteriormente establecer fecha de consulta.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Secretaría de Gobernación han coordinado el procedimiento en un radio de 45 kilómetros alrededor de la zona donde se ubicaría la planta, en apego al sistema normativo interno de los yoreme-mayo, así como al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y ha contado con el acompañamiento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría de Marina.
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Este sábado 9 y domingo 10 de julio participaron en Ahome los poblados de La Florida, San Isidro, El Colorado, San Miguel Zapotitlán, 5 de Mayo, Carrizo Grande y Vallejo; en Guasave abarcó a José Juan Ríos, Cerro Cabezón y Salispuedes; mientras que en El Fuerte a Mochicahui y Charay.
Al momento se espera el veredicto oficial por parte de las autoridades, no obstante, la aprobación de los pueblos originarios se añadiría al más de 75 por ciento que dijo sí a la planta en la consulta ciudadana de noviembre de 2021, también realizada por el gobierno federal.
En los 10 años de labores, el proyecto de Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) calcula la generación de 15 mil empleos directos e indirectos; aunado a que al término de los tres primeros años de obras se producirán 800 mil toneladas anuales de fertilizantes con los que será suficiente para abastecer a los productores del noroeste mexicano, afectados por el encarecimiento registrado desde el inicio de la pandemia y con el conflicto bélico en Europa del Este.
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La filial de Grupo Proman, alemana con 20 plantas alrededor del mundo, creó un plan para garantizar la sustentabilidad con 13 acciones para resguardar los ecosistemas y generar ganancias ambientales, en él figura el saneamiento de la bahía de Ohuira, lugar con altos índices de contaminación tras cuatro décadas de captar descargas agrícolas y urbanas.
Entre los programas que se llevan a cabo está el Monitoreo de Ruido en la Atmósfera y en el Agua, el Monitoreo de Aves, la Reforestación de 20 mil metros cuadrados de manglar, el Diagnóstico de la Población de Delfines y el Diagnóstico de la Población de Tortugas, mismos que se trabajan en coordinación con universidades, asociaciones civiles, entidades gubernamentales y otras empresas privadas.
En ese sentido, se alinea al Marco de Sostenibilidad de la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), y a la Política y Normas de Desempeño de la IFC, con las cuales se expresa el compromiso con el bienestar de las comunidades y el planeta.
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