Ahora que la emergencia de Covid-19 se va reduciendo en diversas partes del mundo, están surgiendo iniciativas para entender y atender las diversas secuelas que puede dejar esta enfermedad; una de las más relevantes es que algunas secuelas deberían ser consideradas como una discapacidad.
De acuerdo con un artículo publicado en Nature, uno de los grandes problemas es que, como la Covid es una enfermedad sistémica, puede dejar secuelas de todo tipo.
Un equipo liderado por Athena Akrami, neurocientífica del University College London, encontró 205 síntomas en un estudio con más de tres mil 500 personas. Además “cada persona tiene, en promedio, 16 o 17 síntomas”, dijo.
Esto hace que se complique el tratamiento, pues hacen falta equipos médicos multidisciplinarios y en general las clínicas no tienen la infraestructura diversa que se puede requerir.
Por otra parte, hace falta el reconocimiento a nivel social, que puede ser difícil de alcanzar. Ejemplo de ello es el síndrome de fatiga crónica, una enfermedad debilitante que hace que quienes la padecen se agoten incluso después de una actividad leve, además de experimentar otros síntomas.
El síndrome de fatiga crónica sobreviene a menudo tras una infección viral y es similar a lo que experimentan algunos pacientes con secuelas de Covid; pero, a pesar de que se conoce desde hace tiempo, es desestimado por algunos médicos porque no se conoce con claridad su fundamento biológico.
Un estudio hecho por la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido siguiendo a 20 mil personas que dieron positivo a Covid-19, encontró que el 13.7% tenía síntomas después de 12 semanas; para quienes estuvieron hospitalizados el porcentaje está entre 32.6% y 87.4 por ciento, y de acuerdo con un estudio hecho en Italia con niños que tuvieron Covid sintomático, después de 19 semanas, 35.7% tuvieron uno o dos síntomas y 22.5% tuvieron tres o más.
