El Congreso de Estados Unidos aprobó el viernes por la noche el gigantesco plan de inversión en infraestructuras que quería el presidente Joe Biden, una victoria a medias para el demócrata, que no consiguió que se votara su otro plan para reformar el sistema de protección social del país e invertir en la lucha contra el cambio climático.
Este proyecto de 1,2 billones de dólares llegará ahora a la mesa de Biden para su aprobación definitiva después de que las dos cámaras lo aprobaran.
Los demócratas necesitaban 218 votos para aprobar este plan destinado a la modernización de carreteras, puentes e Internet de banda ancha, considerado uno de los más ambiciosos de la historia de Estados Unidos.
El texto fue aprobado con 228 votos a favor y 206 en contra, gracias a los votos de legisladores republicanos.
Ante la necesidad de mejorar la imagen de su mandato, Biden tenía esperanza en aprobar dos importantes leyes en la Cámara de Representantes: el plan de inversiones y un vasto paquete de 1,75 billones de dólares para reformar el sistema de bienestar y para luchar contra el cambio climático.
Pero los líderes demócratas tuvieron que dejar de lado la votación de este último texto porque el ala moderada del partido exigía analizar el dinero que implica.
La facción progresista del partido amenazó con bloquear también el voto del plan de infraestructuras si no se tiraba adelante el paquete de bienestar social, pero alcanzaron una solución de compromiso entre ambas partes.
Salvar el mandato
Biden, que ve cómo su popularidad cae a un año de las elecciones de mitad de mandato, dijo que su plan de gasto social se votará en la Cámara de Representantes la semana del 15 de noviembre.
Este paquete de inversión prevé la creación guarderías para todos, una profunda mejora de la cobertura sanitaria e importantes inversiones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que significa una profunda remodelación del estado del bienestar en Estados Unidos.
Pero es objeto de disputa en el seno del Partido Demócrata.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la
demócrata
Nancy Pelosi, ha tratado durante todo el día de alinear a sus compañeros de partido para aprobar los planes del dente.
“El programa que presentamos es innovador, histórico, y eso es lo que lo convierte en un reto”, dijo en una carta que envió a los demócratas.
El ala izquierdista del Partido Demócrata había advertido en numerosas ocasiones que no apoyaría el texto sobre infraestructuras si no se garantizaba la aprobación del otro paquete, el social y medioambiental. Por ello, algunos demócratas votaron el viernes en contra del plan de infraestructuras.
En manos de Manchin
Biden ha repetido sus visitas al Capitolio en busca de apoyos a sus planes. El Ejecutivo estadounidense repite una y otra vez que los programas de inversión del presidente tienen buena aceptación entre la población, según las encuestas.
Sin embargo, los demócratas se jugarán su estrecha mayoría en el Congreso en las elecciones parlamentarias de mitad de mandato, siempre peligrosas para los presidentes en ejercicio.
Pero Biden, que durante la campaña presidencial presumió de su capacidad negociadora gracias a su larga carrera como senador, ve que las luchas internas en su partido entorpecen su mandato.
Y aunque su paquete de gasto social y medioambiental salga adelante en la Cámara de Representantes a mitades de noviembre, este tendrá que encarar el Senado, donde es muy probable que sufra importantes modificaciones.
De hecho, este plan está en manos del senador demócrata de Virginia Occidental, Joe Manchin, quien dice temer que el plan aumente aún más la deuda pública y dispare la inflación.
Debido a la escasa mayoría demócrata en el Senado, Manchin tiene prácticamente poder de veto sobre el plan.