Un estudio publicado por el Foro Económico Mundial detalla que las medidas generalizadas de aislamiento por 14 días ante la sospecha de ser portador del nuevo coronavirus pueden ser, en algunos casos, perjudiciales para contrarrestar la pandemia, por lo que el enfoque debería cambiar al rastreo efectivo de contactos y mantener en cuarentena a quienes están en mayor posibilidad de contagiar a otros.
La respuesta internacional de restricciones generales y confinamientos estrictos era útil al principio del contagio, cuando aún se esperaba contener el virus en algunas zonas y en unos cuantos miles de enfermos; sin embargo, con la propagación que existe actualmente, estos confinamientos son poco útiles y tienen un impacto social aún mayor.
El estudio señala que las estrategias que se basan en un rastreo de contactos amplio y en la medición de los tiempos de contagio, son más efectivas, reducen la velocidad de propagación del virus y además tienen un menor impacto en el plano económico y social de las personas, por lo que deberían evaluarse con mayor seriedad en estos momentos.
La tecnología de rastreo a través de aplicaciones instaladas en teléfonos móviles podría ser el camino para ampliar esta red de contactos y prevenir a otros que pudieran estar en peligro, sumado a métodos de pruebas más rápidos y eficientes podría comenzar a disminuir los contagios mientras surge un tratamiento o vacuna efectiva contra el nuevo coronavirus.
El rastreo a través de aplicaciones funciona cuando se descarga un programa que recolecta, de manera encriptada, datos de otros teléfonos que estuvieron en un rango cercano, cuando alguno de estos dispositivos alerta sobre una confirmación por Covid-19, el resto de usuario recibe una notificación sobre el nivel de riesgo en el que está, y recomienda tener cuidado. Si a este rastreo masivo, se suma la posibilidad de una prueba rápida pero efectiva, entonces la pandemia de puede controlar mejor.
Además, estos programas son totalmente seguros en cuanto a privacidad y manejo de datos ya que las dos compañías más grandes de sistemas operativos móviles se han encargado de ajustar su seguridad para que esta información sea totalmente encriptada y solo pueda ser utilizada por otros teléfonos.
Está función ya está habilitada en México, pero no existe aún una aplicación desarrollada que permita explotarla, aunque hay dos esfuerzos en puerta, uno del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y otro más del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
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