Una madre estadounidense con creencias apocalípticas fue declarada culpable el viernes por la justicia del estado de Idaho por el asesinato de dos hijos y complicidad para matar a la exmujer de su nuevo esposo.
Lori Vallow, fue encontrada culpable del asesinato de sus hijos de 7 y 16 años a quienes consideraba “zombis”, según la investigación.
Vallow, seguidora de teorías de la reencarnación fue investigada junto a su nuevo esposo Chad Daybell -autor de libros esotéricos y apocalípticos- por los tres asesinatos y por fraudes como el de seguir recibiendo subsidios familiares tras la muerte de los menores.
La mujer, que según los testimonios afirmaba ser una salvadora de la humanidad, se había declarado no culpable en su juicio realizado en el estado de Idaho, noroeste de Estados Unidos.
Ahora enfrenta una pena de prisión perpetua sin posibilidad de libertad condicional, luego de que el juez descartó la pena de muerte.
Por su parte, Chad Daybell todavía espera un juicio separado y enfrenta la pena capital por cargos similares, incluida la muerte de su primera esposa, Tammy.
Ambos eran miembros de una secta radical mormona que se preparaba para el apocalipsis.
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El caso se inició en 2019 con la desaparición de los dos menores, reportada por los abuelos de uno de ellos.
La investigación tomó rápidamente un giro siniestro cuando la policía constató una serie de muertes en el entorno de Lori Vallow y de su nuevo marido.
En 2018, el tercer marido de la mujer había muerto por una aparente crisis cardíaca. En 2019, su cuarto esposo fue baleado por el hermano de Vallow, que alegó legítima defensa.
Este último también murió poco después de que lo encontraran inconsciente en su residencia.
En octubre de 2019, la exesposa de Daybell, Tammy, murió aparentemente de causas naturales. Vallow y Daybell se mudaron a Hawai pocas semanas después y contrajeron matrimonio.
Los menores, que fueron vistos vivos por última vez en septiembre de 2019, pero los encontraron en junio de 2020, más de nueve meses después de su desaparición, cerca de la residencia de Chad Daybell en la localidad de Rexburg.
El caso inspiró una serie documental de Netflix lanzada en enero.