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Durante su carrera Diego Luna ha tenido que mantener a su familia al margen de su trabajo como actor, pero ahora este proyecto le brindó la oportunidad de involucrar a sus más grandes amores en su pasión y profesión.
“Como todo papá siento emocionante poder compartir mi trabajo con mis hijos y sentirlos ahí; normalmente debo esconder mis películas y echarlos en una casa de seguridad cuando me voy”, externó en conferencia de prensa para la promoción del filme “Rogue one: una historia de Star Wars”.
“Mi hijo se sabe todo, es un clavado y eso me emociona muchísimo. Estuvieron en los sets dos meses, durante el verano, cuando rodábamos y me despedían con una sonrisa; no sé si estaba pasando algo en casa o estaban emocionados por que hiciera Star Wars”, abundó el actor.
Esta ha sido una oportunidad de reencontrarse con sus hijos desde otra perspectiva y de reconectarse con su infancia, lo cual resulta mucho más emotivo para el actor que sentirse presionado por pertenecer a una de las franquicias más importantes del cine.
“Digamos que sí es un parteaguas en nuestra relación. Ahora soy parte de un universo que a él le fascina y me deja conectarme con mi hijo y también me deja conectar conmigo; ver una película con él y gozarla a la par, y eso es un gran regalo”, agregó.
Los actores tampoco han tenido la oportunidad de ver el último corte de la cinta y aunque no pueden adelantar mucho sobre la historia, celebraron la contemporaneidad y vigencia de la trama.
“Es un paralelismo sobre la realidad que en la que vivimos, cuando comienza en una galaxia lejana te sales y puedes decir que ‘nada que ver con tu realidad’, pero la primera película era una reacción a los setentas y era un reflejo de la realidad. Ahora también y moderniza el universo Star Wars, es un buen paso para que siga de generación en generación”, opinó Luna.
El histrión añadió que “la historia gira en torno a un equipo que al parecer no tiene nada en común, pero logran cosas increíbles. Me parece que hay que pasar la voz, y la idea de celebrar las diferencias es indispensable hoy para existir en el mundo en que vivimos”.
En su oportunidad el director del filme Gareth Edwards, quien buscaba preservar la esencia de la franquicia de George Lucas, se manifestó sumamente halagado de tener en sus manos esta responsabilidad, pero quería hacer su propia versión de la saga, de una historia independiente que simplemente se interrelaciona.
“Básicamente George Lucas empezó todo y su inspiración, a partir de juicios de los diseños. Por ejemplo cuando veíamos la primera vez las armas, teníamos un departamento de utilería y había muchas ramas diferentes: estaba la pistola de Solo, de Leia”, relató.
Al respecto pensó que “estas son antigüedades que sí pertenecen a la Segunda Guerra Mundial, por lo que George no creó las armas, sino que solo las retomó de la Segunda Guerra Mundial y las cambió un poco”, explicó.
“No se trata únicamente de que sea futurista, sino que enmarque un evento histórico que retoma cosas y se va a imágenes del pasado; hay un foto de guerra que estuvo en Vietnam y finalmente la foto se ve muy real, te conecta”, abundó Edwards.
Sobre la cinta que será estrenada el 15 de diciembre, el director refirió que “nosotros somos una película independiente. No necesariamente hay que hacer la saga, sino que nos dieron una licencia para desmarcarnos lo más posible”.
En la historia del cine los latinos habían ocupado papeles secundarios, pero en esta ocasión Luna es uno de los líderes de los rebeldes que deben encontrar al arma más poderosa, “La estrella de la muerte”, pero para el mexicano el cine elimina las fronteras.
“El cine no se trata de pasaportes ni nacionalidades, de hecho creo que lo que menos había en el set era estadunidenses. Filmamos en Inglaterra, el director es inglés”, hizo notar.
Diego Luna aseveró que “el cine, de hecho, vive de la riqueza que trae y lo que me parece importante es que se establezca un paralelo de lo que vivimos hoy, plagado de una universalidad, y eso hace que la película viaje mejor y tenga más eco en el mundo”.
“, son gente que entiende que trabajando en equipo puede hacer cosas increíbles. El mundo entero se está volviendo loco, lo de Estados Unidos es una muestra de lo que esa pasando”, opinó.
Sobre las dificultades a las que el actor tuvo que enfrentarse estuvieron el problema del idioma, pues aunque puede entender y hablar con fluidez el inglés, es muy distinto cuando tiene que usarlo frente a la pantalla.
“Me pesaba mucho quedarme sin habla, estábamos en inglés y darles órdenes y hablar con ellos”, e incluso admitió que en algunas ocasiones tenía que correr al diccionario para verificar la pronunciación y al regresar, las escenas ya habían ocurrido.
“Cuando regresaba a la batalla, ya había acabado. Me pasaba mucho eso, no había hecho una película de este nivel de expectativa donde todos quisieran hablar de ella”.
“Generalmente estamos tratando de hablar un poquito de la película, luego de la familia, del (presidente electo estadunidense Donald) Trump, y es emocionante y da miedito. Estoy como en eso, tratando de descubrir qué se siente, la única que sentí es que me sentía como un niño jugando en el set”, explicó Diego Luna.