La región centro-norte del país, considerada el motor de la economía nacional, atraviesa por un proceso de deterioro en materia de seguridad, infraestructura, ingresos y servicios sociales que pone en riesgo el desarrollo del país en su conjunto.
Un informe de la organización Signos Vitales señala que a partir de 2018 se desplomó la inversión pública y privada en infraestructura, creció la pobreza laboral, se elevó la deserción escolar y aumentaron las violaciones a los derechos humanos a consecuencia de la elevada presencia de organizaciones criminales y a la militarización de diversos órganos de autoridad civil.
El reporte El norte de México: claroscuros de una región desigual destaca las ventajas que tienen dichos estados en industria, comercio con Estados Unidos, instituciones, ingreso e innovación, pero alerta sobre el riesgo de no desarrollar todo su potencial por la falta de una planeación de mediano plazo.
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“El norte de México tiene un gran potencial en materia energética, pero ha sido afectado por decisiones tomadas por el gobierno federal, como la cancelación de rondas de exploración y extracción de recursos convencionales y no convencionales, la falta de aprovechamiento del potencial eólico y solar, y la reforma de la Ley Minera que establece que el aprovechamiento del litio sean actividades a cargo del Estado”, establece el reporte.
Entre 2017 y 2022, según la investigación, la inversión en agua, riesgo y saneamiento; en electricidad y telecomunicaciones, y en transporte y urbanización en los estados del centro y norte de México han caído a la mitad.
Integrada por 20 entidades (Aguascalientes, BC, BCS, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, NL, Querétaro, SLP, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, además de la CDMX y estado de México), la región tiene “un gran horizonte de crecimiento, pero tiene una mirada muy pequeña y fragmentada”, aseveró el académico Tonatiuh Guillén, exdirectir del Instituto Nacional de Migración, al señalar la falta de estrategias para detonar sus potenciales.
Al respecto, Eduardo Sojo, quien también participó en la presentación de estudio, afirmó que el potencial energético de la región centro-norte del país debería ser una palanca para el desarrollo, pero se ha convertido en una limitante debido a “decisiones propias”, como es la reforma energética que desalienta la inversión privada en el sector.
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