La Estación Espacial Internacional (ISS) debió maniobrar el martes para evitar una colisión con escombros de un viejo cohete japonés, la tercera maniobra de ese tipo en este año, dijo la NASA, que pidió más recursos para monitorear el número creciente de objetos en la órbita terrestre.
Los escombros habrían pasado a 1.39 kilómetros de la ISS, según la NASA, pero se decidió elevar la órbita de la estación como medida de precaución.
Fue una cápsula de carga rusa (Progress), amarrada en la estación, que empujó hacia arriba a la ISS encendiendo sus propulsores, durante 2 minutos y medio, controlando la operación en cooperación entre las salas de control rusas y estadounideses.
Según el astrónomo Jonathan McDowell, el objeto amenazante eran los restos de una parte de un cohete japonés lanzado en 2018, que se desintegró en 77 piezas en febrero de 2019.
Los tripulantes, dos rusos y un estadounidense, tuvieron que ser ubicados temporalmente en la parte rusa de la ISS, para poder hacer una evacuación urgente con la cápsula Soyuz en caso de peligro, lo que finalmente no fue necesario (en un primer comunicado de prensa, la NASA había indicado que los astronautas entrarían en la nave espacial).
Según el sitio web de la Agencia Espacial Europea, la ISS estaba a unos 421 km sobre los océanos antes de la operación y 435 km después de ella.
Se mueve a unos 27.500 km/h, una velocidad en la que incluso un objeto pequeño puede dañar gravemente o incluso destruir un panel solar u otro elemento.
Este tipo de maniobra es periódicamente necesaria y debería hacerse más frecuente por la creciente contaminación del entorno de la Tierra, por los escombros de viejos cohetes o satélites lanzados durante seis décadas, y por los miles de fragmentos creados por colisiones accidentales o deliberadas, por ejemplo, con los envíos de misiles antisatélite de India en 2019 y China en 2007.
La estación tuvo que evitar escombros de ese tipo 25 veces entre 1999 y 2018, según la NASA.
“La Estación Espacial maniobró tres veces en 2020 para evitar los escombros. En las últimas dos semanas, ha habido tres conjunciones potenciales de alto riesgo. ¡Los escombros están empeorando!”, tuiteó Jim Bridenstine, jefe de la NASA.
Bridenstine reclamó 15 millones de dólares al Congreso para la Oficina de Comercio Espacial, un servicio civil, para hacerse cargo de la vigilancia de los objetos espaciales y coordinar las advertencias a los operadores de satélites privados en caso de riesgo de colisión.
Hasta la fecha, una unidad militar es responsable de la vigilancia espacial.