Luego de tres meses de haber dejado el cargo como embajador de Estados Unidos en México, y con el arranque de la administración de Joe Biden, el republicano Christopher Landau se sintió cómodo y consideró oportuno hacer algunas revelaciones acerca de lo que le tocó vivir durante los 527 días que se mantuvo en el cargo, en la recta final de la administración de Donald Trump.
Sus declaraciones son ácidas y directas sobre México en materia de seguridad, migración y políticas públicas, pero también cuestiona la actitud estadounidense de pretender convertir en casi empleados a los mexicanos para resolver un problema de consumo de drogas o de migración.
Por ejemplo, reconocer que la detención en Estados Unidos del exsecretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, ocurrida el 15 de agosto de 2020, se trató de un “tiro innecesario”, que implicó para el gobierno estadounidense y sus relaciones con México que, “nos disparamos en el pie; así como la política de combate a los cárteles en México por parte del presidente López Obrador ha consistido en “dejar hacer” –en referencia a la expresión francesa laissez faire’
Esas componen sus frases más llamativas, pero también ofrece datos quirúrgicos, como el hecho de que inmediatamente a su llegada al país, tras visitar a la Virgen de Guadalupe, el segundo tema con el que se topó apenas sentándose en su oficina el 16 de agosto de 2019, fue que el Departamento de Justicia tenía una orden de aprehensión contra Cienfuegos y trató de frenarla, por las consecuencias en la relación política, pero no lo consiguió. Pero reconoce algo más sobre ese tema, que la acusación contra el general no se trata del apoyo o protección que habría dado a grandes cárteles, sino a personas que forman parte de esos grupos, en lo individual.
- ›Esta conversación sobre sus experiencias y propuestas las lanzó Landau al participar en una mesa redonda en el Consejo de Embajadores Americanos sobre su misión en México, en donde habló del ataque que sufrió el jefe de la Policía en la Ciudad de México, Omar García Harfuch; así como la decisión que tomó el presidente López Obrador de liberar a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo, el 17 de octubre de 2019, un día que fue considerado por Landau como uno de “los peores días durante mi mandato”.
En medio del vacío que se ha generado en la administración del presidente Biden en cuanto a la representación de su país en México, pues en el marco de sus primeros 100 días de gobierno —más de tres meses de haber tomado posesión— aún no ha designado a un embajador y a la fecha se perfila como principal candidato Ken Salazar, exsecretario de Interior en el gobierno de Barack Obama; Christopher Landau señaló que aunque el presidente López Obrador proviene de una política de “izquierda populista”, en la que si bien consideró que “tiene una agenda interna muy ambiciosa”, basada “principalmente en programas sociales”, consideró que tiene mucho en común con el expresidente Donald Trump. Pues refirió que ambos asumieron en sus respectivos cargos como candidatos anti-establishment.
En este punto aporta otro dato muy interesante, cuando el exembajador recuerda que le llegó información desde Estados Unidos en la que identificaban a López Obrador como una especie de peligro, porque sería el personaje que unificaría a la izquierda latinoamericana.
Aunque Landau asegura que lo anterior sería imposible, porque a diferencia del presidente venezolano Hugo Chávez que tenía una participación muy activa en el concierto continental, al mandatario mexicano no le interesa la política exterior, sino reformar “y lo está consiguiendo” las estructuras internas del país.
El presidente López Obrador respondió en la mañanera de este miércoles al exembajador:
“Lo que dice es lo que él cree y es sincero, nada más que nosotros no creemos en esas ideas”.
Reiteró que la decisión de haber liberado al hijo del otrora líder del cártel de Sinaloa la dio él, pues aseveró que en su gobierno ya no se aplica una política de “exterminio, masacrar”.
“Lo de Sinaloa, lo de Culiacán, para que no quede la menor duda, fue una instrucción que yo di porque estaba en riesgo la población y me importa más la vida de la gente”, sostuvo entonces el mandatario.
Algo más de Cienfuegos
Al considerar, literalmente, que la detención del general Salvador Cienfuegos implicó para la relación diplomática entre México y Estados Unidos que, “nos disparamos en el pie”, así como un “disparo innecesario”, el exembajador de Trump reconoció que ante la oficina del fiscal general hizo la advertencia acerca de que la captura del extitular de “las Fuerzas Armadas mexicanas tendría enormes implicaciones para nuestras relaciones con México”.
Y así fue, pues aseguró que el tiempo le dio la razón y aquel hecho fue “terriblemente desastroso”, pues, dijo, que toda vez que el presidente López Obrador ocupa al Ejército en muchos de sus proyectos, la detención se volvió relevante para él, y en respuesta, “impulsó este proyecto de ley para reducir el contacto con la DEA y nuestras agencias de seguridad, así que nuevamente, este es un ejemplo clásico en el que se da consulta fallida por parte del gobierno de Estados Unidos que nos ha puesto en una situación difícil”.
Al reconocer inéditamente que sobre el general mexicano que no contó con la evidencia de “ningún enriquecimiento ilícito y no estaba viviendo en una mansión”, Landau confío en que, con la liberación del exfuncionario que fue avalada por el fiscal general, “al final del día los ánimos se enfriarán y, a pesar de creo que ambos países realmente no tienen otra solución, fue un tiro real, creo que innecesario. Nos disparamos en el pie”.
Cárteles, el “Vietnam” de AMLO
Proveniente de una familia dedicada al Servicio Exterior y de experiencia en los asuntos internacionales de Estados Unidos —pues su padre fungió como embajador en Paraguay, Chile y Venezuela—, Christopher Landau apuntó hacia un tema sensible para el presidente de México: la seguridad y el combate a los cárteles del narcotráfico.
- ›Al considerar que el presidente López Obrador “quisiera una gran sociedad en México”, a través de una “una agenda interna muy ambiciosa que se trata principalmente de programas sociales”, el diplomático hizo la analogía de que el combate a los cárteles de la droga se ha convertido en el “Vietnam, que ha sido para algunos de sus predecesores”.
Ante lo cual, lamentó en la entrevista difundida el pasado 20 de abril, que el mandatario mexicano “básicamente ha adoptado una actitud bastante laissez-faire (dejar pasar) hacia los cárteles, lo cual es preocupante para nuestro gobierno, obviamente, pero creo que es un gran problema para México”.
- ›Al hacer la critica a dicha postura, el exembajador recordó —sin hacer referencia al nombre del funcionario— la emboscada que el 26 de junio pasado sufrió el secretario de seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, de quien que dijo no lo mataron por fortuna, pese a haber sido atacado con armas de grueso calibre en una de las calles principales de la Ciudad de México.
La liberación de Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo fue otro de los señalamientos que hizo al resumir que “básicamente el gobierno mexicano retrocedió y lo dejó ir porque no querían tener un mayor derramamiento de sangre en Culiacán”.
Respecto a la operación del cártel de Sinaloa, sostuvo que, quedó evidenciado el hecho de que, en México, “los cárteles están armados hasta los dientes. Quiero decir, no estamos hablando de pistolas pequeñas, estamos hablando de armamento de estilo militar, de calibre 50, del tipo de armas que se pueden ver en Somalia”.
El exembajador Christopher Landau reconoció que las armas que se utilizaron también eran responsabilidad de Estados Unidos y que el problema de consumo de drogas en su país, —donde usualmente conseguían sus recursos los miembros de los cárteles mexicanos—, era resultado de una mala política interna en general de su nación originaria.