A pesar de que el síndrome conocido como burn-out (o agotamiento laboral) está considerado desde la 11va Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud como un fenómeno ocupacional, no está clasificado como una condición médica, lo que hace difícil su identificación y más difícil que se tomen medidas sobre él.
Sin embargo, para los trabajadores convendría estar al tanto de este problema, ya que el agotamiento laboral puede tener efectos físicos y psicológicos como enfermedades cardiovasculares, dolor relacionado con lesiones musculoesqueléticas, problemas para dormir y depresión; por su parte, las organizaciones pueden perder empleados talentosos y experimentar un aumento en las bajas por enfermedad.
Una investigación del Departamento de Psicología de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología junto con el grupo de investigación Healthy Workplaces ha desarrollado una metodología para diagnosticar el problema y ha descubierto que incluso en países desarrollados como Noruega el riesgo de burnout es alto; de hecho, según sus mediciones, alrededor del 13% de los trabajadores de ese país están en alto riesgo de padecerlo.
En riesgo de agotamiento, las señales
De acuerdo con el reporte de la investigación, publicado esta semana en el Scandinavian Journal of Psychology si una persona ha experimentado con frecuencia los siguientes síntomas en las últimas semanas, podrían ser señales de que está a punto de agotarse:
- Se siente mentalmente agotada en el trabajo.
- Le cuesta sentirse entusiasmada con su trabajo.
- Tiene problemas para concentrarse cuando trabaja.
- A veces reacciona de forma exagerada en el trabajo sin querer.
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Estas señales de alerta suelen estar presentes antes de que las cosas vayan demasiado lejos, sin embargo, no siempre es posible identificarlas, ya que actualmente no existe ningún estándar internacional para evaluar el agotamiento laboral.
“No abordar a tiempo el riesgo de agotamiento de los empleados puede tener consecuencias a largo plazo”,
afirma Leon De Beer, coautor de la investigación en un comunicado.
Una nueva herramienta
El equipo de De Beer desarrolló lo que llamaron Herramienta de Evaluación del Agotamiento (o BAT por su sigla en inglés), que actualmente están poniendo a prueba en más de 30 países.
Sobre la base de que el agotamiento no es realmente una enfermedad, sino una sensación de agotamiento físico y/o mental y la respuesta del cuerpo al estrés de una situación exigente y duradera, BAT mide cuatro grupos principales de factores de riesgo: agotamiento, distanciamiento mental, deterioro cognitivo y deterioro emocional.
BAT se puede encontrar en https://burnoutassessmenttool.be/start_eng/. Aunque desafortunadamente la versión completa de la herramienta sólo está en un inglés y en neerlandés, en https://burnoutassessmenttool.be/wp-content/uploads/2020/08/BAT_Spanish-short.pdf se puede descargar una versión abreviada del cuestionario en español.
“Podemos abordar el agotamiento mediante un tratamiento individual, pero de poco sirve si las personas regresan a un lugar de trabajo donde las exigencias son demasiado altas y hay pocos recursos. En ese caso, es muy probable que el empleado vuelva a enfermarse. Por lo tanto, es importante crear buenas condiciones de trabajo y estructuras que protejan la salud de los empleados”.
Marit Christensen, Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
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