El Nuncio Apostólico, Franco Coppola, fue despedido con mariachi después de la celebración de la Virgen de la Soledad, en Oaxaca, pues en unos días, asumirá el cargo de representante del Papa Francisco en Bélgica y Luxemburgo.
La despedida ocurrió en las instalaciones de la Nunciatura Apostólica de la Ciudad de México, en donde Coppola reconoció al Episcopado Mexicano como uno de los más amigables de los que se ha encontrado en su carrera.
Durante su estancia en México el Nuncio acudió a mediar el encuentro en Aguililla, Michoacán y ha sido un pilar fundamental de la modernización de la iglesia católica en México durante la pandemia por coronavirus, pues apoyó la transmisiones en redes sociales de las eucaristías para mantener a los feligreses unidos en la fe.
“Aprendí una expresión, que cuando uno va a una casa, y dicen ‘es su casa’. Cada diócesis, iglesia y parroquia me han ayudado a sentirme en casa. Estoy muy agradecido con esto porque están unidos al santo padre y lo demuestran de esta manera conmigo”, indicó Coppola en la recepción que se dio en la Nunciatura.
En el evento se vieron a diferentes personalidades del Episcopado Mexicano, entre ellos el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo emérito de México; Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán y vicepresidente de la CEM; Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general del organismo eclesial; Jorge Alberto Cavazos Arizpe, obispo San Juan de los Lagos; Raúl Vera, obispo emérito de Saltillo; Emilio Berlie, arzobispo emérito de Yucatán, y Rodrigo Aguilar, obispo de San Cristóbal de las Casas, entre otros.
Al finalizar la fiesta, el Nuncio se puso sombrero de mariachi y acompañó cantando más de una canción. BG
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