Hace unas semanas, cuando Seth Rogen se sentó recién drogado a dar una entrevista sobre “The Interview” durante un almuerzo, las probabilidades de que hubiera problemas parecían remotas.
“Uno siempre espera que no pase nada terrible, obviamente”, dijo Rogen. “Si algo horrible sucediera y nos dijeran, ‘es inapropiado estrenar esta película ahora’, básicamente diríamos, ‘sí, logramos hacerla y nos pagaron por adelantado’''.
Desafortunadamente, la chistosa hipótesis de Rogen se ha hecho realidad. Tras un devastador ataque cibernético a Sony Pictures y amenazas de ataques terroristas si “The Interview” se estrenaba el Día de Navidad, como estaba previsto, Sony canceló el lanzamiento del filme de Rogen el miércoles. La geopolítica real que al principio sirvió como inspiración para la parodia en “The Interview” ha derribado uno de los más grandes estrenos de Hollywood de la temporada decembrina.
“The Interview”, que pinta un desventurado intento de asesinato contra el líder de Corea del Norte Kim Jong Un, encolerizó a un país extremadamente sensible a los retratos de su dictador y el filme ha llevado a uno de los peores ciberataques en la historia de las corporaciones.
Un funcionario estadounidense dijo a The Associated Press el miércoles que investigadores federales vincularon a Corea del Norte con los ataques que han enturbiado a Sony Pictures y sacado al aire los trapos sucios en cantidades de correos privados filtrados.
Los efectos han concentrado una atención incómoda en una comedia boba con clasificación R (menores de 17 años deben estar acompañados por un adulto), y algunos cuestionan la decisión de Sony de hacer un filme que de seguro provocaría a una nación aislada. Los realizadores, quienes se negaron a hacer más declaraciones a la AP tras el ciberataque, describen cómo se esforzaron por ampliar los límites de lo que un gran estudio está dispuesto a aceptar.
“Cuando se trata de las películas que hemos hecho en Sony, simplemente son osadas”, dijo Evan Goldberg, quien codirigió la cinta con Rogen, en una entrevista telefónica previa a los ciberataques. “Todos llegaron a un acuerdo realmente rápido, por fortuna. Y antes que nos diéramos cuenta, estábamos filmando la película y era demasiado tarde”.
Rogen y Goldberg inicialmente pensaron que el filme sería sobre Kim Jong Il, el dictador norcoreano fallecido en el 2011. Goldberg dijo que estuvieron averiguando sobre los dictadores del mundo y se decidieron por Corea del Norte porque su rareza les pareció perfecta para comedia.
Hay antecedentes. En “El gran dictador” (1940), Charlie Chaplin hizo una versión de Adolfo Hitler apodada Adenoid Hynkel. Rogen y Goldberg pudieron haber novelado de manera similar al personaje principal. Pero ambos, quienes crecieron viendo comedias cuasi-reales como “El Show de Larry Sanders” y fueron escritores de la serie de Sacha Baron Cohen “Da Ali Show”, quisieron mantener el filme fundamentado en la realidad. En su última película, la exitosa comedia apocalíptica “This Is the End”, sus astros encarnaron versiones de sí mismos.
“Cuando estás en el estudio con James Franco haciendo de James Franco y Mike Cera haciendo de Mike Cera, piensas ¿por qué tener a King Jong Jon, un dictador ficticio de Corea del Este, cuando podemos hacer algo real?’'', dijo Goldberg.
“Siempre nos pareció más emocionante que hacer una película regular”, dijo Rogen, un conocido defensor de la marihuana que felizmente reconoció haber fumado antes de la entrevista. “Agrega un enlace con el mundo real, y eso es emocionante”.
Tras haber visto una entrevista de Mike Wallace en “60 Minutes”, a Rogen y Goldberg se les ocurrió centrar la cinta en torno a un presentador de televisión del mundo del espectáculo (James Franco) que consigue una entrevista con Kim y la CIA le ordena que lo asesine. Aunque al final de la película el líder norcoreano tiene una muerte fogosa, el filme satiriza por igual la cultura estadounidense. El insulso presentador interpretado por Franco y Kim andan juntos de juerga gran parte de la cinta.
“Estoy seguro de que en ese entonces (cuando la estaban escribiendo) algunas cosas parecían absurdas, como algo que nunca podría suceder: una figura de la cultura pop estadounidense andando de juerga con el jefe de Corea del Norte”, dijo Franco vía telefónica. “Pero desde que la hicimos, Dennis Rodman fue para allá. La realidad está igualando la locura del guión”.
Con sólo un fracaso en la historia cinematográfica de Rogen y Goldberg (“The Green Hornet” de 2011) y saliendo del éxito de “This Is the End” (101 millones de dólares sólo en Estados Unidos), “The Interview” era una buena apuesta para Sony en términos financieros. Costó la relativamente modesta suma de 40 millones de dólares, y se anticipaba que iba a recaudar unos 30 millones en su fin de semana de estreno.
Pero el mayor riesgo para Sony siempre fue hacer calentar a un régimen impredecible. Los emails filtrados revelaron que Kazuo Hirai, director ejecutivo de Sony en Japón, pidió que la culminante explosión fatal en el filme, que incluye una imagen del rostro de Kim derritiéndose, se suavizara. Otros correos revelan que el jefe de Sony Pictures Michael Lynton quiso sacar el nombre de Sony de los materiales promocionales de la película.
En un email de Rogen a la copresidenta de Sony Pictures Amy Pascal, el actor y cineasta se opone a tanta sensibilidad: “Esta ahora es una historia de estadounidenses cambiando su película para hacer felices a los norcoreanos”, escribió.
Poco después del lanzamiento del tráiler de “The Interview” en junio, el Ministerio del Exterior de Corea del Norte respondió con una declaración en la que calificaba el filme como “un acto de guerra” y llamaba a su realizador un “cineasta mafioso”.
“Cuando un país entero, una potencia nuclear, te condena a ti y a tu película, es realmente emocionante”, dijo Rogen, quien apuntó que de inmediato fueron llamados a una reunión con ejecutivos del estudio preocupados.
Mientras se hacían alteraciones a “The Interview” (emails de principios de octubre muestran dudas sobre la escena de la explosión), el estreno del 10 de octubre se postergó para diciembre. Pruebas con público sugirieron que a la película le iría bien. Poco se había escuchado de Corea del Norte desde el verano.
“Cuando atravesábamos el proceso de pruebas, había una preocupación: ¿Qué tal si es simplemente ofensiva? ¿Qué tal si hicimos algo que es sencillamente inapropiado?”, dijo Goldberg. “Y a cada presentación preliminar le fue increíble”.
“En el fondo, es sólo una película”, dijo Rogen. “Y lo digo en el mejor sentido posible”.
Rogen dijo que estaban “90%, 99% seguros” de que Corea del Norte respondería sólo con bravatas. Pero algo en sus comentarios de noviembre ahora parecen de mal agüero.
“Ni siquiera sé si ya la han visto”, dijo. “Oímos que quizás fueron capaces de acceder ilegalmente uno de nuestros servidores y de hecho vieron la película”.
AP