Cómo el estrés ayuda a propagar el cáncer

23 de Diciembre de 2024, 08:35

Cómo el estrés ayuda a propagar el cáncer

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La tensión emocional hace que unos glóbulos blancos, en lugar de atacar a los tumores, los ayudan a dispersarse por el cuerpo

Como si no fueran suficientes los problemas que ya sabemos que causa el estrés, resulta que también puede difundir las células cancerígenas por todo el cuerpo (un proceso llamado metástasis); la buena noticia es que una investigación averiguó cómo es que se llega a este resultado.

Trabajando en el Laboratorio de Cold Spring Harbor, un equipo utilizó ratones con cánceres de seno que estaban propagando células cancerosas a los pulmones; después extirparon los tumores y sometieron a los animales a ambientes que les generan estrés crónico.

En un comunicado del Laboratorio, el equipo de investigación describe lo que sucedió a continuación como un “aterrador aumento de lesiones metastásicas en estos animales”, ya que “el número de metástasis se cuadruplicó”, dice la investigadora Mikala Egeblad.

“El estrés es algo que realmente no podemos evitar en los pacientes con cáncer. Te puedes imaginar que si te diagnostican, no puedes dejar de pensar en la enfermedad ni en el seguro ni en la familia. Por eso es muy importante comprender cómo actúa el estrés en nosotros”.

Xue-Yan He, ex investigador de postdoctorado y coautor del estudio.

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En vez de ayudar, dañan

Resulta paradójico que, de acuerdo con esta investigación publicada en la revista Cancer Cell, son un tipo de glóbulos blancos (llamados neutrófilos) los que, en lugar de realizar sus tareas como parte del sistema inmune, “cooperan” con la células cancerígenas para su dispersión.

Bajo la influencia de ciertas hormonas del estrés llamadas glucocorticoides, los neutrófilos formaron estructuras similares a redes o telarañas (a las que se llama NET, por el inglés para Trampas Extracelulares de Neutrófilos y porque net significa red), que hacen que los tejidos del cuerpo sean más susceptibles a la metástasis.

Además, el equipo descubrió que el estrés crónico provoca la formación de NETs y esto modifica el tejido pulmonar incluso en ratones sin cáncer. “Es casi preparar el tejido para contraer cáncer”, explica Egeblad.

“Reducir el estrés debería ser un componente del tratamiento y la prevención del cáncer”.

Linda Van Aelst, coautora de la investigación

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