Los mercados financieros continúan en declive, las malas nuevas no paran. La máxima autoridad económica financiera del viejo continente, la Comisión Europea, anticipa que la inflación no cesará y por el contrario aumentará para cerrar el año. Asimismo, prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) tenga una considerable desaceleración en 2023 a 1.5%, cuando la anterior estimación fue de 2.3%, ya recortada también.
Se espera que el PIB crezca este año 2.7% para la Unión Europea, y la zona euro (que se considera a los países que tienen la moneda única como medio de pago), un 2.6 por ciento.
En el caso de la inflación, el órgano preveía que en el 2022 alcanzaría 6.8%; sin embargo, el alargamiento de la guerra entre Ucrania y Rusia y sus efectos adversos sobre la economía han modificado la perspectiva, ahora espera que sea de 8.3% para cerrar el año. Asimismo, ajustó al alza la de 2023 de 3.2% a 4.6%, un mal presagio para un sistema económico que pretendía ser más fuerte ante estas adversidades.
Los mercados y activos financieros reaccionaron negativamente a escala global. El euro tocó un nuevo mínimo a 0.9952 dólares, un debilitamiento derivado no solo de las expectativas, sino de la poca reacción ante los embates energéticos de Rusia y a una lenta recuperación de la pandemia, pese a ser una coalición de 19 economías que apuntalan a la moneda. De manera particular, los motores económicos europeos tendrán un escenario menos favorable acentuando la estanflación a la que están sometidos.
Para Alemania, la Comisión redujo de 1.6% a 1.4% el PIB, mientras que la inflación la calculó en 7.9%, cuando su anterior estimación era de 6.5 por ciento. Para Francia preveía un crecimiento de 3.1%, pero lo recortó a 2.4%, en el caso de la inflación espera que sea de 5.9%, cuando lo anterior eran 4.9 por ciento. Así, Italia, España, Suiza y Finlandia, se espera tengan inflación de 7.4, 8.1, 6.6 y 6.4%, respectivamente.
Las bolsas accionarias prolongaron los declives. La bolsa de Italia es la que más perdió con 3.44%; Alemania con 1.86%, seguida del Euro Stoxx 50, que concentra las 50 empresas más importantes de Europa, cedió 1.66 por ciento. El resto también terminó en rojo con pérdidas de 1 a 2 por ciento. En México el mercado también se contagió y cayó 1.52 por ciento. Los indicadores de Estados Unidos se unieron a las pérdidas pero lograron minimizarlas después del cierre europeo. El Industrial Dow Jones declinó un 0.46%, y el S&P 500, lo hizo con 0.30%, mientras que el Nasdaq Compuesto alcanzó un marginal 0.03% de ganancia.
El peso mexicano se depreció 0.44%, por lo que el dólar aumentó a los 20.81 pesos, nueve centavos más que su cierre de ayer. En ventanillas bancarias, el billete verde se negoció en 20.22 a la compra y 21.34 a la venta, según información de Citibanamex. Los precios de la energía son el principal factor que ha deteriorado a las economías globales, y aunque recientemente han descendido las cotizaciones, se mantienen cercanas a los 100 dólares.
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