En un nuevo paquete de sanciones y en el contexto de los conflictos económicos que representa el comercio de gas ruso, la Unión Europea (UE) propuso bloquear en forma gradual la totalidad de sus importaciones de petróleo de Rusia. Ursula von der Leyen, titular de la Comisión Europea, fue la encargada de presentar esta iniciativa al Parlamento Europeo, junto al sexto paquete de sanciones contra Rusia. “Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un período de seis meses y a las de productos derivados del crudo de aquí a finales de año”, declaró.
Dicha prohibición incluye a todo el petróleo de origen ruso, independientemente de si es crudo o refinado y sin importar el método de transporte. “Algunos estados miembros dependen en gran medida del petróleo ruso. Pero tenemos que trabajar en esto”, afirmó.
Sin embargo, poco después de este anuncio, Hungría se posicionó en contra, y argumentó que “ esta medida destruiría totalmente la seguridad energética” del país. Cabe recordar que anteriormente, Hungría cedió a la condición de pagar el combustible ruso en rublos.
Por este motivo se discutió una derogación que podría permitir a Hungría y a Eslovaquia proseguir sus compras a Rusia durante un año, ya que se trata de dos países con una alta dependencia al energético ruso, acción que también fue rechazada por ese país al considerar que el lapso de un año no es suficiente. “No es una cuestión de falta de voluntad o de calendario, sino simplemente la realidad física, geográfica y de infraestructuras”, dijo Peter Szijjarto, ministro húngaro de Relaciones Exteriores.
Otras de las sanciones incluídas esta semana por parte de la Unión Europea es la exclusión del mayor banco de Rusia, Sberbank, de la red interbancaria SWIFT y la prohibición de las ondas aéreas europeas a tres emisoras estatales rusas, ya que “amplifican agresivamente las mentiras y la propaganda de Putin”. Asimismo, se propuso sancionar al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill y aumentar el apoyo a Moldavia, debido a recientes conflictos que involucran a separatistas prorrusos.
Por su parte, el gobierno estadounidense alista nuevas sanciones en coordinación con sus aliados del grupo G7, conformado por Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón.
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