La crisis que el sector hotelero enfrentó a causa de la pandemia en el año 2020, se debió en gran medida el crecimiento exponencial de las plataformas digitales de alojamiento temporal como lo es Airbnb, Homeaway, Sonder, entre otros, debido a que los clientes, por causa del COVID, se sentían “aparentemente” mas seguros al rentar una casa o un apartamento y evitar convivir con otros huéspedes.
Además, Airbnb, sorprendió en el mes de diciembre del 2020 su incorporación en bolsa duplicando el valor de sus acciones llegando a los 93.000 millones de dólares, muy por encima de lo previsto, y más que cadenas tradicionales como Marriott y Hilton juntas.
En comparación, la crisis a causa de la Covid le pegó de manera muy fuerte a la hotelería internacional y mexicana, como ejemplo, Grupo Posadas perdió la mitad de su valor en el 2020 y las acciones de Hoteles City Express, cayeron a la mitad de su precio.
En México la caída del consumo turístico fue de 1.5 billones de pesos (941 mil millones en 2019 y 564 mil millones de pesos) en relación con 2019. De acuerdo con cifras de Datatur, la ocupación hotelera acumulada en los destinos con más de 2,000 habitaciones fue 26.3% en 2020 y de 42.1% en 2021, es decir 35.1 y 19.3 puntos porcentuales menos que el 61.4% que se reportó en 2019.
En la Ciudad de México, la ocupación hotelera en el 2020 apenas cerró con 19.4% acumulado y una tarifa promedio de 1,086 pesos mientras que en el 2021 cerró al 30% con una tarifa promedio de 1,1179 pesos.
En contra parte la actividad de prestación de servicios de alojamiento de vivienda en plataformas como Airbnb y Homeaway, la recuperación fue mayor considerando las numerosas ventajas competitivas; de acuerdo con el estudio elaborado por el Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac (CICOTUR) y la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras (ANCH), estos son los indicadores:
- 117,844 unidades con una renta mensual promedio 2021: 24.9% más que en diciembre de 2020 y 27.8% más que en diciembre de 2019.
- Ocupación promedio en 2021 de 49.9%: 3.6 y 4.9 puntos porcentuales más que en el promedio anual de 2020 y 2019, respectivamente.
- Ingresos en 2021 por 2,654.6 millones de dólares: 69.1% por arriba de 2020 y 24.9% que 2019.
El crecimiento exponencial de las plataformas de reservaciones que ofrecen alojamiento temporal o rentas vacacionales, (lo que nosotros en la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México consideramos hotelería informal), debe ser un área de oportunidad para los hoteles formalmente establecidos, dependerá de la capacidad de adaptación de cada hotel aprovechar las oportunidades y sortear las amenazas y los constantes cambios en el comportamiento del mercado.
Las plataformas como Airbnb, han basado su éxito no sólo en la competencia desleal por la falta de regulación de los anfitriones, pues al ser intermediarios de la prestación de servicios, se han diversificado ofreciendo la tecnología y las herramientas a otro tipo de hospedaje como los “Vacations Rentals” e incluso ya se han convertido en distribuidores de cuartos de hoteles formalmente establecidos.
La realidad hoy en día, es que la competencia está en los alquileres vacacionales que han existido siempre y que representan un porcentaje importante del mercado de hospedaje para las nuevas generaciones de clientes como los llamados “nómadas digitales, que en el caso de la Ciudad de México, la European Travel Asociation nos considera como la 2ª capital del mundo para este mercado: Millenials y Z’s que gustan de viajar por vivir experiencias, convertirse en “influencers” o realizar sus actividades laborales de manera remota en diferentes lugares del mundo, conviviendo y aprendiendo de la localidad en la que se encuentran.
Sin embargo, esta nueva tendencia de comercialización en el mercado, ha mermado la esencia de lo que es la “economía colaborativa o compartida” que en su momento se arraigo debido a dos elementos clave: el cambio de mentalidad y las presiones económicas; de ahí que los Millenials se conviertan en pieza clave pues prefieren las experiencias por encima de lo material o lujoso, partiendo de que la economía colaborativa es una oportunidad para crear sociedades más justas, sostenibles y más conectadas socialmente.
Lo anterior, se contrapone con las empresas que hoy comercializan rentas vacacionales u hoteles informales, levantando edificios completos y ofreciéndolos no solo en Airbnb, sino a través de otras plataformas como Sonder e incluso canales de distribución como Booking, entre otros.
Recientemente, la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, junto con la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteleras (ANCH), el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) y el Centro de Investigación y Competitividad de la Universidad Anáhuac (CICOTUR), mostraron un adelanto de un estudio en donde se explica que al existir un intercambio comercial entre dos individuos, se pierde la esencia de economía colaborativa y se convierte en un negocio.
El CICOTUR, reveló que en la Ciudad de México en promedio existen 1.9 unidades de hospedaje por propietario revelando que el máximo de unidades de hospedaje por propietario es de 203.
Para muchas de estas organizaciones compartir es simplemente un disfraz de su verdadero deseo de obtener beneficios económicos, además, el desarrollo de la compartición mediada por el mercado a través de diversas plataformas indica el deseo de reducir costos y mejorar la comodidad, mas que el deseo de una experiencia social.
Impacto económico, impacto laboral y social
Si bien en 2019 se introdujo la obligación del pago de impuestos federales por parte de los prestadores de servicios dedicados a esta actividad (ISR e IVA) y en nueve entidades federativas desde la plataforma se carga el impuesto sobre hospedaje, las condiciones de competencia desleal con el hotelería formal siguen prevaleciendo, por lo que está claro que el impacto económico ha desestabilizado a las industrias tradicionales.
Se estima que las ventas de la oferta STR en la CDMX fue de más de 150 millones de dólares, por lo que la expansión de la oferta del hotelería informal no ha afectado ni en la ocupación ni en las tarifas, por esa falta de regulación, la siguiente tabla muestra claramente el comportamiento en los siguientes dos años post pandemia:
Está claro que el impacto económico que está generando en la hotelería formal se debe a la falta de voluntad por parte de las autoridades para regular esta actividad y que sin duda viola muchas de las leyes que actualmente están establecidas tanto a nivel federal, como local, por mencionar algunas la Ley General de Turismo y la Ley General de protección al consumidor, sin dejar de mencionar trámites locales como licencias de funcionamiento, avisos de apertura, seguridad y protección civil, medio ambiente, entre otros.
Es por ello que los cuartos ofrecidos bajo esta modalidad ya representan la tercera parte de la oferta de hospedaje formal en la CDMX y su tasa de crecimiento es superior al de los hoteles.
Ante la oportunidad especulativa que ofrece la Ciudad de México por ser una de las capitales turísticas menos reguladas del mundo, los grandes corporativos y marcas de rentas vacacionales se encuentran desarrollando torres de departamentos en los principales barrios turísticos, como motivante a la inversión suena atractivo, pero siempre y cuando se les haga cumplir con las leyes existentes en materia de turismo, hotelería y vivienda, pues muchos de estos fondos de inversión están desplazando la competitividad y el objetivo de la economía colaborativa, dejando en desigualdad a las y los propietarios de inmuebles y emprendedores que buscan acceder a una fuente de ingreso extra.
Si permitimos los hoteles ilegales de departamentos turísticos en nuestra ciudad, se podrá ir dando gracias a los pocos años de empoderamiento económico de madres solteras, las esposas independizadas económicamente, las hijas con vocación turística y en definitiva todas las emprendedoras y emprendedores tanto en el sector turístico como de vivienda, que ante una falta de ley que los proteja, verán seriamente mermados sus ingresos y aspiraciones de crecimiento.
Sin duda, se verán afectados los habitantes de diferentes zonas de la CDMX, como el Centro Histórico, que han sido desplazados para convertir los edificios o departamentos de renta, en hoteles informales y también golpea a la economía local al no generar empleos.
Se deben evitar sucesos como lo ocurrido a finales del mes de octubre, donde lamentablemente tres turistas de origen estadounidense fallecieron en el interior de un departamento en Cuajimalpa, por la acumulación de gas, lo que provocó además de una percepción de inseguridad, una falta de vigilancia y regulación en temas de protección civil.
Al no existir un marco jurídico para estos establecimientos, la ausencia de supervisión de obligaciones derivadas de la Ley General de Turismo y otras regulaciones, provocan incertidumbre entre los turistas, aumenta la inseguridad y no existen obligaciones de cumplimiento como las que existen para los demás establecimientos mercantiles, por lo que hemos propuesto incorporar la oferta de rentas vacacionales a la ley de turismo de la CDMX para ofrecer certezas jurídicas para todos.
Cambiar la visión y encontrar áreas de oportunidad
El éxito y crecimiento de estos alojamientos está basado en la venta de experiencias por lo que los retos para el hotel será el dar valor agregado a su oferta y segmentar y dirigir mas y mejores prácticas de promoción, diversificar sus canales de distribución y comenzar a tener mayor presencia incluso en plataformas que por los últimos diez años se han dedicado a promover las rentas vacacionales.
Airbnb podría ya no ser una amenaza, pues está claro que ellos son sólo el intermediario entre el viajero y los prestadores de servicios turísticos, por lo que es una oportunidad para que los hoteles cambien y oriente de manera flexible e innovadora la forma de vender.
Se espera que para este año los viajes internacionales se incrementen en un 40%, sin embargo debido a temas inflacionarios y económicos, Expedia reveló que el 43% de los viajeros se alojará en hoteles de una a tres estrellas por lo que abre una oportunidad valiosa para este sector de la hotelería de la CDMX en que capitalice de manera estructurada y dirigida sus esfuerzos de marketing y ventas.
Cuando hablamos de valor, no debe estar vinculado al precio, se deben considerar complementos sencillos como cocteles de bienvenida, “walking tours”, descuentos por largas estancias, conectividad y wi fi de manera gratuita, mejorar categorías de habitación sin costo, políticas de cancelación flexibles, entre otros.
Se deberá contar también con las herramientas adecuadas de tecnología, para enfrentar la revolución de nuevos viajeros, los “nómadas digitales” que seguirán buscando más experiencias locales que comodidades, por lo que tener sistemas de gestión, reservación, recepciones híbridas donde el check inn y apertura de habitación se pueda hacer con un smartphone, y la comunicación pueda darse a través de aplicaciones, será fundamental para sobrevivir en este nuevo mundo de viajeros.
Es momento de cada quién haga su trabajo, las autoridades y legisladores se dediquen a implementar medidas regulatorias y hacer cumplir una ley pareja para todos; y los hoteles en reinventarse y seguir capacitándose para ofrecer servicios de calidad, con las herramientas adecuadas para enfrentar la evolución tecnológica del turismo en el mundo.
Twitter e IG @alberto_turismo
Fuentes de Consulta:
- Impacto del alojamiento con fines turísticos en viviendas particulares, Ciudad de México 2019-2021, estudio elaborado por la ANCH, CICOTUR.
- Conferencia de prensa ofrecida por la AHCDMX, CNET, ANCH, CICOTUR, AMHM 24 de noviembre 2024
- CloudBeds.com. Artículo 5 tendencias del sector hotelero para 2023 y como prepararse.
- Reportes de ocupación de la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, 2020-2022
.https://www.reportur.com/hoteles/2022/04/03/los-airbnb-es-ella/
