En 2018, la Fundación Nippon lanzó el proyecto The Tokyo Toilet, con el objetivo de rediseñar 17 baños públicos en el barrio de Shibuya en Tokio. Invitaron a 16 arquitectos y diseñadores reconocidos mundialmente para renovar estos baños, utilizando su creatividad y diseño para abordar problemas sociales públicos.
La idea principal era eliminar el estigma asociado a estos lugares, que solían ser considerados oscuros, sucios y peligrosos, y crear espacios seguros y accesibles para personas de cualquier género, edad o discapacidad.
Tras invitar al cineasta alemán Win Wenders a conocer estos lugares, surgió la idea de la película Días Perfectos (Perfect Days, Japón 2023).
La premisa de la película es sencilla: seguimos el día a día de Hirayama, interpretado por Koji Yakusho, quien fue premiado como mejor actor en el Festival de Cannes.
Hirayama es un hombre maduro de actitud amable que se dedica a limpiar los famosos baños de Shibuya. Su vida está rodeada de tranquilidad y silencio. Amante de la lectura y el rock, se levanta todos los días a la misma hora, se viste y se dirige a su trabajo limpiando baños.
Aunque podría parecer monótono, cada día es diferente para él. Afronta cada jornada con optimismo y pasión por lo que hace, viviendo en su propio mundo sin perder de vista el presente.
Wim Wenders construye un relato fascinante a partir de un guion escrito por Takuma Takasaki y el propio Wenders. La cotidianidad y la simplicidad de los actos de Hirayama nos llevan a un viaje cinematográfico, en el que nuestro protagonista disfruta de los amaneceres, de buena comida y bebida, de contemplar los árboles y de tomar fotos con su cámara de rollo.
En resumen, un hombre que valora las cosas simples que componen su vida, como él mismo dice en un diálogo de la película: El después es después, el ahora es ahora.
La relación de Hirayama con las nuevas generaciones es una de las partes más disfrutables de la película. Los momentos que comparte con su compañero de trabajo, la novia de este y su sobrina revelan mucho sobre el carácter del personaje: lo respetan y lo quieren.
La música juega un papel fundamental en la historia, con artistas como Lou Reed, The Animals, Patti Smith, The Kinks y Van Morrison que acompañan los viajes diarios de Hirayama.
Si observamos superficialmente Días Perfectos, quizás parezca que no sucede nada más allá de acompañar los días del protagonista. Sin embargo, ahí reside su belleza: en la simpleza de lo cotidiano. Sólo vemos a un hombre siendo feliz con lo que tiene, sin romantizar el conformismo que podría ser el lugar común.
Wim Wenders, el creador de obras maestras como París, Texas y Las Alas del Deseo, ha vuelto a sorprender a sus 78 años con una película conmovedora y reconfortante, sin caer en artificios.
Sería importante señalar que esta película no es para todos. Es poco probable que el gran público, acostumbrado al cine de Hollywood lleno de efectos especiales, se conecte con esta historia. Días Perfectos se puede ver en cines.
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