Brindar educación a todas las niñas, niños y jóvenes requiere que los estados y la Federación incrementen la inversión educativa en 5.1 puntos del PIB. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C., presentó un estudio sobre las Finanzas Públicas Locales, en él se analizaron los presupuestos de las 32 entidades federativas, y se encontró que la principal prioridad presupuestaria de los estados es la educación. Sin embargo, esta prioridad no se ha reflejado en resultados educativos satisfactorios, sino que ha acentuado y reproducido las desigualdades regionales.
Es responsabilidad de la Federación y los estados brindar educación de calidad, y atender las desigualdades e inequidades en el acceso, permanencia y terminación del ciclo de enseñanza. A nivel nacional, 19.6 millones de niños, niñas y jóvenes no tienen acceso a la educación, y solamente 26 de cada 100 estudiantes que ingresan a educación básica logran terminar estudios superiores. La educación de primera infancia se brinda a 3 de cada 100 niños y niñas de 0 a 2 años. Además, la pandemia por la Covid-19 provocó pérdidas de aprendizaje por el cierre de escuelas, y una caída en la tasa de cobertura en todos los niveles educativos. El sistema educativo pasó de atender a 34.4 millones de niños, niñas y jóvenes en 2019 a 32.9 millones en 2022.
En promedio, los estados destinan 36.4% de su presupuesto a la educación. Este gasto es la suma del gasto federalizado y los recursos destinados por los propios estados. La Federación destina 3.1% del PIB a educación, esto es 4.9 puntos del PIB menos de lo que debería de destinar, la mitad de estos recursos son administrados por los estados (aportaciones). De 2018 a 2022, el gasto por aportaciones disminuyó 8.2%, esto se tradujo en una reducción de los recursos estatales para educación en 25 de 32 estados. Los estados que tienen una mayor dependencia de dichas aportaciones, presentan una mayor brecha para alcanzar la cobertura universal en todos los niveles educativos y una eficiencia del sistema educativo por debajo del promedio nacional.
Además, el estudio señala que no se encuentra un patrón entre inversión educativa y resultados satisfactorios. Por un lado, Veracruz se encuentra dentro de los ocho estados con el mayor gasto por alumno en educación básica y media superior, y tiene la segunda mayor prioridad presupuestaria (44.3% de su presupuesto se destina a educación); sin embargo, es el estado con la menor cobertura educativa, 54.7%, y solamente 16 de cada 100 estudiantes que ingresan a educación básica logran terminar estudios superiores. Por otro lado, Yucatán destina 28.6% de su presupuesto a la educación y tiene la segunda mayor cobertura educativa, 67.7%.
Los sistemas educativos estatales requieren de recursos suficientes y de un gasto eficiente para atender la caída de la matrícula, las pérdidas de aprendizaje, garantizar el acceso universal a la educación y atender las razones de exclusión y barreras del ámbito educativo. El estudio del CIEP puede consultarse aquí.