Implicaciones del gasto federalizado en 2023

20 de Septiembre de 2024

Emilio Sánchez Salazar y José Luis Clavellina Miller

Implicaciones del gasto federalizado en 2023

columna fiscal

El gasto federalizado tiene un peso importante en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Para 2023, tan sólo como porcentaje del gasto neto total, las transferencias a las entidades federativas representarán el 29.3 %, mientras que como proporción del PIB será del 7.7 %. Lo anterior representa un aumento real de 9.9 % respecto a lo aprobado en 2022 y se observará por primera vez un incremento real de 2.5 % desde 2020.

El 50.2 % del gasto federalizado se destina a gasto no programable, es decir, a las participaciones federales. Recordemos que una característica de estas participaciones es que se trata de recursos sobre los que las entidades federativas deciden en qué se gastarán.

El segundo componente más importante se refiere al gasto programable, esto es, las aportaciones, con un 38 % del gasto federalizado total. Los recursos destinados como aportaciones tienen la característica de que es el Gobierno Federal quien decide en qué se gastarán esos recursos (educación, por ejemplo), aun cuando sean recursos que se erogarán en los estados y municipios. El resto de los recursos lo conforman convenios entre entidades federativas y la federación, gastos en servicios gratuitos de salud, entre otros.

En cuanto a las prioridades de gasto, la educación es el principal componente. El FONE es el fondo al que mayor presupuesto se le destina, ya que el 49.3 % de las aportaciones corresponden a este programa. De igual manera, se identifica que la nómina es el principal destino de gasto.

Para 2023, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estima que los mayores receptores del gasto federalizado en términos per cápita son: Ciudad de México, Campeche y Colima con $26,197, $24,754 y $24,041.6 pesos per cápita respectivamente. Mientras que las entidades con mayores crecimientos respecto a 2022 serán Guanajuato, Nayarit y Yucatán con 15.2, 13.0 y 13.0 % en cada caso.

Si bien el aumento en materia de gasto federalizado permitirá a las entidades federativas obtener mayores ingresos el próximo año, también resulta importante considerar la forma en que se componen dichos recursos. En promedio, el 83.5 % proviene de transferencias federales, 2.5 % de los ingresos de organismos y empresas y 14 % de ingresos propios. Si definimos la dependencia a los recursos federales como el porcentaje del total de los ingresos de los estados que corresponde a transferencias federales o gasto federalizado, podemos decir que, en promedio, la mayor parte de las entidades son altamente dependientes de dichos recursos.

Lo anterior conlleva retos importantes en materia de coordinación fiscal y nos permite observar que existen áreas de oportunidad tanto en materia de ingresos como de gasto público. Una nueva coordinación fiscal es fundamental para transitar hacia un nuevo federalismo fiscal, a través de una reforma integral que reconozca las circunstancias que caracterizan a las distintas entidades federativas y municipios del país y que establezca con claridad las responsabilidades de gasto de cada orden de gobierno y los dote de los instrumentos fiscales necesarios para financiarlas.

El estudio del CIEP puede consultarse en https://paqueteeconomico.ciep.mx/