En medio de la peor crisis de la industria de transporte terrestre de pasajeros en nuestro país, y con un desplome de 38.5% en su Producto Interno Bruto en 2020, empresas de transporte como ADO, Senda, Estrella Blanca, Pullman de Morelos o Autobuses de Occidente, entre otras, fueron llamadas a comparecer en la investigación sobre prácticas monopólicas por posible colusión de mercado, lo que se traduce en mayores precios a pagar por parte de los consumidores, según datos de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
“De conformidad con la Ley Federal de Competencia Económica, las prácticas monopólicas absolutas pueden ser multadas hasta con el 10% de los ingresos de los agentes económicos sancionados. Adicionalmente, las personas físicas que las cometieron pueden enfrentar un procedimiento penal que conlleva sanciones de entre 5 y 10 años de prisión”, informó la comisión.
Según datos de la aerolínea Volaris, el transporte de pasajeros por la vía terrestre en 2018 alcanzó un total de 3.09 miles de millones de viajes por empresas camioneras. Dicho medio de transporte es uno de los principales rivales del traslado de pasajeros en vuelos de bajo costo.
La propia Cofece, después de realizar un estudio, concluyó que el autotransporte federal movilizó al 96% de los pasajeros en el país. Pero además, señaló que dicho medio facilita la conectividad del país, y en un escenario de competencia, incide positivamente en el desarrollo económico de actividades económicas como el turismo.
Por lo anterior, la autoridad antimonopolios emplazó a 18 empresas y 31 personas físicas al encontrar evidencias de su probable participación en acuerdos colusorios para fijar precios y segmentar rutas en el mercado del servicio de autotransporte terrestre de pasajeros en las regiones centro, centro-sur, sur-sureste y en el estado de Tamaulipas.
Esa colusión se traduce en nula competencia, y con ello los consumidores pagan mayores precios por los servicios de transporte.
“La concentración y la poca competencia en rutas ha generado precios altos en comparación con otros países”, señaló la autoridad en el “Estudio de competencia en el autotransporte federal de pasajeros”.
Si bien la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) cuenta con alrededor de 500 agremiados, la Cofece señaló que en el mercado de transporte de pasajeros destacan cuatro grandes Grupos de Interés Económico (personas físicas o morales que tienen intereses comerciales y financieros afines) por la cantidad de rutas en las que participan, presentes en 95.2% de las 5,877 rutas registradas en la base de datos elaborada para este estudio.
Con todo y la contracción económica del PIB de la industria de transporte terrestre de pasajeros de 38.5% respecto a 2019, su participación al PIB total disminuyó de un 2.6% a 1.0%. La industria, dice la Cofece, se consolida a través de la compra de rivales comerciales, y con ello disminuyó la presencia de competidores independientes.
›Un total de 18 empresas y 31 personas físicas fueron sometidas a un análisis por la Comisión Federal de Competencia Económica por su probable participación en acuerdos colusorios para fijar precios y segmentar las rutas en el mercado del servicio de autotransporte terrestre de pasajeros en las regiones centro, centro-sur, sur-sureste y en el estado de Tamaulipas.
Informó también que los grandes Grupos de Interés Económico (GIE) controlan 70 marcas comerciales con las que ofrecen todos los tipos de servicios. Señaló que existen pocos competidores en cada ruta. La dependencia indicó que se considera que los servicios ejecutivo/lujo, de primera y económico/mixto no son sustitutos.
96 por ciento de todos los pasajeros en México son movilizados por medio del autotransporte federal, un medio que facilita la conectividad en el país.
En el estudio también se identificaron rutas en las que opera un solo GIE, pero cuya demanda potencial es mayor a la de otras rutas donde están presentes dos o más competidores. El ejercicio arrojó que en 85.7% de las rutas del servicio de primera clase son atendidas por un solo GIE, aunque existen las condiciones de demanda propicias para que opere al menos otro grupo.
En suma, la Cofece indicó que en el ámbito internacional, la industria de autotransporte experimentó procesos de desregulación, que fueron acompañados de la innovación tecnológica en comunicaciones, lo que se ha traducido en una mayor competencia y ha beneficiado a los consumidores con precios más bajos y más opciones de transporte.
El estudio concluyó que en México la regulación actual desincentiva la entrada y operación de empresas con un modelo de negocios flexible, ya que exige a los operadores invertir en centrales camioneras o terminales de pasajeros. Para incrementar las tarifas, basta anunciarlas a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y notificar la cancelación de la ruta.
Señala que algunas terminales importantes, en su momento fueron concesionadas por el gobierno federal, por lo que al vencer su vigencia este podrá licitarlas nuevamente para introducir competencia por el mercado en su administración. Para esto, la SCT tiene la oportunidad de reasignar los derechos de entrada de las terminales concesionadas mediante un mecanismo eficiente.
La estructura, desempeño y niveles de competencia actuales del sector se modificarían con la aplicación de las recomendaciones propuestas. Para ello es indispensable actualizar la regulación y en general modificar la visión de política pública para el sector.
›El servicio de autotransporte federal de pasajeros es ofrecido por al menos 103 unidades económicas, aunque las principales del ramo tienen vínculos directos o indirectos con personas físicas y morales que dan lugar a intereses comerciales y financieros afines, por lo que detectaron 29 Grupos de Interés Económico.
Para la Cofece, la “regulación contiene elementos que inhiben o limitan la competencia y libre concurrencia, por lo que es necesario removerlos”.